El One World Trade Center, la conocida como “Torre de la Libertad”, abrió ayer sus puertas para ocupar parte del vacío que dejaron hace 13 años las “Torres Gemelas” y dar un empujón definitivo a la recuperación del Bajo Manhattan.
“El One World Trade Center sirve como símbolo de la resistencia de toda la gente de Nueva York. Hoy, mientras abrimos sus puertas por primera vez, recordamos que la fuerza y el valor siempre vencerán a la debilidad y la cobardía”, sostuvo el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo.
Los primeros trabajadores -unos 175 empleados de la editorial Conde Nast- ocuparon sus oficinas en la inmensa torre de acero y cristal que domina con sus 542 metros de altura el skyline de Nueva York.