En el Estrecho de Tiquina, pese a ser un lugar importante para la promoción turística de la región, no existe control para el transporte de personas y vehículos, ya que las embarcaciones no cumplen con las normas ni están en condiciones adecuadas, siendo un peligro para los usuarios. Las lanchas que trasladan a la población no proporcionan los chalecos salvavidas; entretanto, los vehículos pasaban con pasajeros o conductores con sus acompañantes, situación que no debería ser permitido de ninguna manera. Asimismo, el último fin de semana no hubo presencia de las instancias de control como la Armada o la Policía Boliviana. Los visitantes fueron abandonados a su suerte.