Al menos 17 personas acusadas de distintos cargos en la provincia nororiental siria de Deir al Zur, fronteriza con Irak, fueron decapitados en los últimos tres días por los milicianos del grupo Estado Islámico (EI), según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Las últimas ejecuciones se llevaron a cabo ayer en el pueblo de Basira, en el este de la provincia, donde un hombre fue decapitado y posteriormente crucificado en una verja de un parque por supuestamente ser policía del régimen sirio y no arrepentirse de ello, sostiene la ONG.
Los yihadistas también cortaron las cabezas a dos hermanos en la localidad de Abriha, acusados de luchar contra el EI y de ser miembros de facciones rebeldes rivales.
Otras dos personas fueron asesinadas de manera similar en la población de Al Mayadin, por “apostasía” después de que vecinos del lugar los entregaran a los radicales por supuestamente entrar ilegalmente en sus casas.
A estas víctimas se suman otros doce ejecutados, algunos de ellos decapitados y crucificados, el domingo en las ciudades de Deir al Zur, Al Bukamal, Ziban y Shahil por ser sospechosos de luchar contra el EI o ser integrantes de las fuerzas de seguridad del régimen. (EFE)