La marcha inédita de los trabajadores pidió al Gobierno celeridad en la defensa del patrimonio cultural boliviano.
Oruro, (EL DIARIO).- La Central Obrera Departamental (COD), los trabajadores de diferentes sectores de Oruro y los dirigentes de los conjuntos del folklore protagonizaron ayer una marcha inédita, no para reclamar incremento de sueldos y salarios ni para mejorar las condiciones de salud, sino para exigir al Gobierno nacional defender el Carnaval de Oruro y la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
El ejecutivo de la COD, Vladimir Rodríguez, dijo que la marcha de protesta fue organizada para demostrar que los trabajadores, como creadores del arte y la cultura, desde hacen miles de años, “han salido a las calles para defender el Carnaval de Oruro y para rechazar el plagio cultural que ha sido promovido por Puno, Perú”.
Explicó que la fiesta de Puno, que se realiza en honor a la Virgen de la Candelaria “está plagiando las danzas de la Diablada de Oruro, la Cullaguada, los Caporales, la Morenada y otras que forman parte del Carnaval y que son parte del patrimonio de la humanidad, pero nadie le presta mayor atención a este problema”.
Afirmó que, los trabajadores de Oruro “se oponen a cualquier intento de que Puno logre una denominación de patrimonio de la humanidad, con las danzas de Oruro, Bolivia, porque eso significa plagio y en el video que se ha presentado ante la Unesco, Perú debía reconocer que esas danzas son de Bolivia”.
El secretario de conflictos de la COD, Jhonny Sanabria, dijo que, a este paso, otros países “también presentarán sus videos, con danzas del Carnaval de Oruro, y lograrán un título de patrimonio de la humanidad, sin haber aportado nada para merecerlo, sino únicamente plagiando algo que no les pertenece”.
Lamentó que las autoridades del Ministerio de Culturas y del Ministerio de Relaciones Exteriores “no hayan hecho ninguna gestión para impedir ese atropello a la cultura boliviana y más se han preocupado de actividades políticas”.
El asambleísta departamental, Eduardo Campos, dijo que no se diría nada si Perú se postulara ante la Unesco, con sus propias danzas y música, pero “lamentablemente, lo que intenta hacer ese país es apropiarse del Carnaval de Oruro, para obtener ese título”.
Explicó que, en el caso de los bordadores y músicos, éstos pueden llevar su trabajo y talento al Perú o a la China, pero siempre “deben llevar el rótulo de la marca de Oruro, Bolivia, para evitar esta clase de plagio y apropiación de nuestras expresiones culturales, que es responsabilidad de las autoridades del Gobierno”.
Dijo que la venta de trajes de diablos o de morenos de Oruro, en todo el mundo, además de ser un negocio, sería una expansión de nuestra cultura, pero la tarea del Estado tiene que ser mucho más seria, imaginativa y práctica, “para que no haya plagio ni expropiación de algo que no les pertenece”.
Recordó que hace dos años se reclamó al Viceministerio de Turismo, porque no se había incluido al Carnaval de Oruro, como un destino turístico, en la campaña de promoción boliviana, pero no hubo respuesta alguna.
“Ahora el Gobierno reacciona tarde, cuando las papas queman”, dijo.
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