Réquiem Brevis, otro éxito musical

Últimamente nos solazamos con repetidos éxitos musicales. El estreno de la composición sacra del Réquiem Brevis de Pablo Mendieta Paz, fue un verdadero acontecimiento musical. Fue presentado en la Iglesia de la Exaltación y en el Círculo de la Unión que ya nos tiene acostumbrados con sus refinados programas de arte que lo colocan como un verdadero escenario de cultura, que señala a La Paz como una ciudad donde no sólo se prodiga danzas y música popular.

El evento en su primera parte nos regaló composiciones de inspiración religiosa de César Franck con Ave María cantado por el barítono Marcelo Aguilar; el Laudamus te de la Misa en sí menor de Bach; The Lord’s Prayer de Albert Hay Malotte con la delicada soprano Akiko Makiyama; y el Oratorio de Camilo Saint-Saens en el que el dueto de Akiko y Marcelo se lució transportándonos a un limbo de recogimiento.

Pero fue la segunda parte, esperada con curiosa expectación por el público, que colmó el interés esperado. Voces, solistas y músicos dirigidos por el mismo autor Pablo Mendieta Paz, han sorprendido con el género difícil del réquiem, inédito en nuestra vida republicana, como lo resaltaron en la presentación de la obra. El Réquiem es una Misa de Difuntos con que el compositor y director ha plasmado las formas del género, con talento y virtuosismo. La parte del Kyrie, (Señor ten piedad), fue magníficamente seguido por el Coro; en el Ofertorio (la oferta del pan y el vino), el solista Marcelo Aguilar fue impecable; la graciosa soprano Akiko Makiyama en el Pie Jesu y en In Paradisum ha deleitado. La orquesta y el Coro compuesto por Vox Corda y el Grupo Coral Impera y el órgano de Sachiko Sakuma conducidos por el compositor, han merecido el nutrido aplauso de los asistentes.

Sin duda fue una presentación especial por el género musical. Mozart nos dejó el más solemne y hermoso Réquiem, el K-626, que escuchamos en el Centro Sinfónico no hace mucho tiempo.

Para evaluar la obra del maestro Mendieta en todo su mérito, será necesario escucharlo varias veces, ya que la composición en una sola presentación de estreno, no es suficiente para llegar a apreciarlo plenamente, ojalá que aprovechando las fiestas de fin de año se pudiera dar nuevos conciertos del Réquiem Brevis que ha sorprendido, porque no ha dejado de ser una audacia de composición musical que se ha ganado merecidamente el elogio de todos los que tuvimos el privilegio de asistir al concierto.

Después de un vacío, en nuestros días están surgiendo figuras artísticas destacadas en el canto, la composición y el virtuosismo, con el impulso de algunas personas benefactoras como los Vera, los esposo Garrett en este caso particular y el ímpetu de los propios artistas que nos están obsequiando tesoros de una cultura superior en la pintura, la danza, la música y otras manifestaciones, fruto de estudio y perseverancia. Sabemos que el Gobierno es magro en su cooperación a este desarrollo, pero se debe provocar su mayor interés y participación para promocionar el arte que está descubriendo verdaderos talentos, aunque, a veces, no es suficiente que surjan con su propio esfuerzo, ya que necesitan un impulso de las autoridades y el público y por qué no, de empresas y personas particulares que pueden aportar a elevar nuestro nivel artístico y prestigiarlo dentro del país y en el extranjero. Esperamos que este despertar de talentos no disminuya ni se pierda, por su merecimiento y nivel alcanzados.

El concierto del viernes 31 en el Círculo de la Unión fue magnífico.

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