Desarticulan banda de extorsionadores

La Paz.- Una banda de extorsionadores, que era liderada por un efectivo del Grupo de Apoyo Civil a la Policía (Gacip) y cuatro civiles, fue desarticulada ayer en la ciudad de Cochabamba, según informó el ministro de Gobierno, Jorge Pérez.

Los integrantes de esta banda fueron identificados como Samuel Baltazar Miranda (miembro del Gacip) y su madre Selma Miranda Rodríguez, así como Óscar Espinoza Rodríguez, Fabricio Gamarra Vargas y Mauricio Gamarra Vargas.

Según el informe del ministro, difundido por la agencia ABI, la investigación permite indicar que Baltazar y Miranda lideraban la organización criminal y elegían a las víctimas para pedirles entre 5.000 a 250.000 dólares para que eviten que se investigue la legalidad de su permanencia en el país y su posible expulsión, informó Oxígeno.

Explicó que “se ha encontrado una organización criminal de extorsionadores, que se dedicaban a responsables económicos o de hacienda de las iglesias cristianas”, estableció en conferencia prensa.

De acuerdo con Pérez, la pesquisa estableció que Fabricio Gamarra Vargas se encargaba de enviar mensajes de texto por vía telefónica a los seleccionados para amenazar contra la seguridad de las familias de los seleccionados o, incluso, de los miembros de su feligresía si no se pagaba los montos exigidos.

Asimismo, mencionó que la investigación, por otro lado, hizo posible llegar a la conclusión de que Óscar Espinoza Rodríguez y Mauricio Gamarra Vargas eran los encargados de cobrar los dineros solicitados.

La tarea policial efectuada también permitió, como resultado adicional, el secuestro de un motorizado de color plomo con placa de control 1455-HZS y una motocicleta de colores guindo y negro con placa de control 3508-FHF.

"Con esto queremos dar un mensaje claro, que no vamos a permitir nosotros ni encubrir a ninguna persona que esté vinculada con actos delincuenciales. La extorsión es un delito grave en nuestro país”, aseveró.

El titular de Gobierno felicitó a los efectivos de inteligencia policial que actuaron en el caso, porque con la desarticulación de la banda de extorsionadores se “ha devuelto la tranquilidad y la calma a personas que se dedican a trabajar en sus iglesias y por la población”.