La odisea de un “Vulcan” ingles interceptado por cazas brasileños

De pronto, en el lóbulo del radar, apareció la silueta de una enorme aeronave que incursionaba en el espacio aéreo brasileño, se accionó la alerta roja en el 1er. Grupo de Aviación de Caza de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) en Rio de Janeiro, dos cazas F-5 del Escuadrón “Pif Paf” despegaron apresurados en misión de exploración e intercepción.

En el Atlántico Sur en 1982, se libraba la Batalla Aeronaval entre ingleses y argentinos por la posesión de las Islas Malvinas.

Del poderoso arsenal británico desplegado al Teatro de Operaciones “Blackbuck”, estaba el bombardero Avro “Vulcan” de la RAF que operaba desde la Base Militar de EE.UU. en la Isla Ascensión a varias millas al noreste de la costa brasileña.

El poderoso cuatrimotor con matrícula XM-597, tras soltar sus bombas sobre el aeródromo y de-fensas antiaéreas de Puerto Argentino, retornaba “sin jugo” (poco combustible), buscando desespe-rado la pista de la Isla Santa Cruz.

Los cazas brasileños interceptaron en el aire al Vulcan, el líder se puso a la derecha y el numeral en la popa (atrás), obligándole a aterrizar, con la advertencia de ser de-rribado por haber violado el espacio aéreo nacional.

CON UN MISIL ATASCADO

El piloto inglés, en principio se negó a cumplir la orden de los ca-zas brasileños, pero, no tenia otra opción, estaba con los tanques casi vacíos y lo peor, bajo el plano izquierdo (ala), tenía atascado un misil AGM-45, esta carga letal ponía en riesgo el procedimiento de aterri-zaje, movilizando al personal en tierra de la Base Militar Brasileña.

Bajo estrictas medidas de seguridad, el Vulcan aterrizó sólo en la Base Militar, los F-5 de la FAB hicieron pasajes a prudente altura, mientras especialistas procedían a retirar y desactivar el peligroso misil y lue-go de cumplir normas y convenios internaciona-les, la pesada aeronave prosiguió vuelo a su país de origen. (Rev. Força Aérea abril 2000)

LANZANDO BOMBAS EN MALVINAS

El Vulcan al promediar las 4,45 del 1º de mayo de 1982, rompió el silen-cio en Malvinas, lanzan-do bombas para “ablan-dar” las posiciones fe- fensivas argentinas y básicamente destruir la pista del aeródromo, el radar y otros objetivos, pero no logró su propó-sito, porque la platafor-ma se mantuvo indemne hasta el final del conflic-to bélico ( 14 de junio).

La revista Nuevos Ho-rizontes de EL DIARIO, revela episodios todavía ocultos ocurridos hace 32 años en el Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea Argentina (FAA).

El My. Iannariello del Grupo de Operaciones de la FAA, en el libro “Halcones de Malvinas” del Cap.(r) Pablo Mar-cos Carballo, evoca lo ocurrido en la madruga-da del 1º de mayo de l982, cuando el Vulcan inglés comenzó el bom-bardeo.

“Eran las 4,45, estaba sentado en el sillón de la Torre de Control del ae-ródromo de Malvinas, la súbita explosión de las primeras bombas me volvió a la realidad y me encontré con una nube roja que avanzaba a una velocidad escalofriante, destruyendo todos los vidrios y haciendo tambalear a los edificios”.

“Reaccioné, me encontré debajo del si-llón y comencé a escuchar los gritos del Capitán Dovichi, que había caído por las escaleras un piso más abajo y tenía un feo golpe en la columna vertebral”.

“Bajé rápidamente con mi fusíl y mi cas-co -prosigue- y me encontré con un pano-rama apocalíptico, gente que corría, heri-dos que se lamentaban, luces rojas de nuestra artillería antiaérea, que explotaban en el cielo misiles, a blanco anaranjados era. . . nuestro Bautismo de Fuego”.

“DOS DRÁCULAS”

Por su parte el 1er.Tte. Spadano, del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), rememora el ataque del Vulcan y luego la incursión de los Harriers FRS-1 proceden-tes de la cubierta del Portaaviones Liviano (PAL) “Hermes”.

“Alerta roja por el norte. . . Harriers. . . le dieron al hangar, cerca a la planta de com-bustible, la artillería argentina le pegó (de-rribó) a uno y el otro huyó humeando (ave-riado).

“Nosotros teníamos dos aprendices de Drácula, que dormían en cajones, pues decían que erán más secos y confortables que nuestras cuevas (bolsas de dormir).

“En medio el bombardeo, se despertó el Gaita (apodo de un suboficial), vimos ató-nitos que se abría la tapa del cajón, como en las películas de terror y asomó su cabeza con cara de no entender nada”

Pepe.- Gaita, estamos en pleno bom-bardeo.

Gaita.- Dejáte de bromas.

Pepe.- Son Harriers

Gaita.- Deciles que me levanto mas tar-de. . .

Y. . . Allí se dio cuenta que era real, luego nos dijo que creyó que era una práctica de tiro de los IA-58 Pucara”.

PUNTUALIDAD INGLESA

El informe del SIC (Sistema de Informa-ción y Control), reportaba el inminente cañoneo naval, a las l6,00 pues tres buques ingleses, dos clases, 21 Fragatas y un Clase 42 Destructor, este último era el Sheffield, se aproximaban a la costa muy cerca a la playa.

“El Gaita y “El Perro” (apodos de los dos suboficiales) junto con el Mayor Zeoli, sa-lieron en jeep con una rueda reventada, hacia la pista, mientras el “Wisky” explo-raba con unos larga vistas la playa comen-taba: “me ca. . . en la puntualidad inglesa y en segundos Fiiuuuu. . . Buuuuumm, el primer bombazo de las fragatas enemigas pegó a sólo 60 metros delante del Land Rover, el suelo temblaba, en segundos quedó sólo y abandonado sus presurosos ocupantes entraron en uno de los refugios sudorosos y asustados”.

Los integrantes del GOE, son Comandos entrenados para el combate, sus camara-das les decían en broma “los come vi-drios”, cuando retornaban luego de cavar “pozos de zorros” (zanjas de protección), refugios, en tono sobrador comentaban “ahí va el Escuadrón de Vialidad”.

Pero, en el intenso bombardeo inglés, cualquier agujero o cueva, era la salva-ción. . . cosas de la guerra.

AGONÍA Y MUERTE DEL SHEFFIELD

Ante la incursión del Vulcan, de los Harriers y el cañonéo naval de los britá-nicos, el Comandante de la Fuerza Aérea Sur (FAS) Comodoro Ernesto Crespo, ordenó responder el ataque en “oleadas” con cazas Mirage V Dagger, A4B y A4C Skywook, el Mk-62 Camberra y “Las Chanchas” C-130 para el REV (Reabaste-cimiento en vuelo) que despegaron en sucesivas ondas, desde las Bases de Río Grande, Río Gallegos, San Julián y Trelew, las órdenes fragmentarias eran AON (Ataque a Objetivos Navales).

Desde la Base Aeronaval de Río Gran-de, despegó una sección del SUE Super Etendard, el líder era el Capitán de Corbe-ta Augusto Bedacarratz y su numeral el Teniente de Fragata, Armando Mayora, las aeronaves de ataque eran portadoras del famoso misil “Exocet”, tras realizar un vuelo rasante, al promediar las l6,00 llega-ron al sur de Malvinas y una vez que tenían “enganchados” sus blancos (bu-ques ingleses) lanzaron sus letales pro-yectiles y emprendieron el retorno a su Base.

Entre las escuadrillas argentinas de ataque de la FAA que llegaron en sucesi-vas “oleadas” estaba la “Torno” al mando del Cap. Norberto Di Meglio, con sus nu-merales, los Ttes, Aguirre y Roman, los dos primeros Dagger V se lanzaron sobre el buque de mayor porte, el destructor Sheffield, el tercero se fue sobre una fra-gata.

En el fragor del combate, el moderno Sheffield fue alcanzado por el sorpresivo ataque de la aviación argentina, humo denso y tóxico envolvió al navío

Los pilotos argentinos sorprendieron a los ingleses, llegaron “pegados al mar” (rasantes), descargaron toda su artillería y desaparecieron en el infinito, tomando la “ruta del sol” al oeste.

El Almirante John Woodward y el Gene-ral Geremy Moore, planeaban un helide-sembarco de tropas, apagaron las máqui-nas propulsoras del Sheffield para mejorar la comunicación con Londres, dejando al buque sin sistemas de alarma, lo que posi-blemente facilitó que el misil lanzado por los Etendard argentinos ingrese por la banda de estribor estallando en el depósito de combustible amenazando con propa-garse a los cajones de los misiles Sea Dart. (La Guerra Inaudita-Com.Moro)

De los 87 tripulantes, 21 murieron, mien-tras su Comandante el Cap, James Salt, ordenaba apagar el fuego sin resultado, el Destructor de 3.500 toneladas orgullo de la Task Force, estaba herido, al tercer día cuando era remolcado hacia las Islas Georgias, debido al fuerte oleaje el Shef-field se dio la vuelta y se fue al fondo del mar, su tumba. . . las oscuras y frías aguas del Atlántico Sur.

Este golpe inesperado, hizo retroceder a los ingleses, Woodward, ordenó el re-pliegue mar adentro, los ingleses se aleja-ron al este de Malvinas para curar sus heridas, el duro castigo implicaba reorde-nar el plan “Blackbuck”

Los ingleses, con tradición guerrera, habían peleado en Africa, Arabia, Europa y otras regiones, pero esta vez el escenario era diferente, estaban embarcados, se hacía sentir el frio austral antártico, tempe-raturas bajísimas, un mar picado con olas de 6 metros de altura, las hélices de los buques por momentos giraban al aire, no se podía conciliar el sueño.

Al concluir la jornada del lº de mayo, los argentinos habían perdido trece de sus integrantes pertenecientes a la FAA, un Mirage V “Dagger” dos M-III, un Mk-Cam-berra y un IA-58 destruido en tierra en la BAM de Darwin.

(Antenor Fernández Yañez, Cel. 73041229).