Pérdida de soberanía cultural en Copacabana

Desde hace algunos meses pobladores de Copacabana y la Isla del Sol van manifestando la falta de políticas estatales para apoyar la cultura y turismo del lugar, lo que ha causado que estos sean aprovechados por agencias del Perú. La situación va causando falta de Estado y autoridad boliviana y por ende de la soberanía.

Prueba de ello se tiene que en Copacabana, vehículos con placa peruana circulan libremente al igual que su moneda que casi se ha vuelto oficial. Aún más lamentable es que entre los habitantes de la Isla del Sol se ha generado una idea de pedir recursos al vecino país y hasta de pertenecer al mismo.

“Nuestra cultura y ruinas arqueológicas no tienen apoyo de las autoridades centrales y mucho menos del Alcalde de Copacabana, donde pertenecemos. Lo poco que se ha hecho para arreglar el lugar ha sido con recursos y mano de obra propia. Sería mejor pertenecer al Perú, porque ellos invierten grandes cantidades en sus islas y turismo, desde acá vemos la diferencia”, expresó Alberto Condori, quien trabaja como lanchero de la isla.

En Copacabana, a pesar de ser uno de los potenciales turísticos fuertes del país, los visitantes del extranjero llegan a este municipio a través de agencias extranjeras que promocionan el lugar dentro de sus ofertas nacionales. Prueba de ello, la moneda con la que se hacen las transacciones comerciales son los soles, moneda peruana, al igual que los comerciantes que llegan desde el vecino país.

“Los turistas llegan y piensan que somos una ciudad peruana, muchos se callan porque de ellos dependen nuestros ingresos, es como si el Estado ya no existiera, incuso dentro la cultura porque cuando acá ven nuestras danzas, manifiestan que son de Puno-Perú”, expresó la pobladora Guadalupe Yujra.

Lastimosamente esta falta de apoyo al patrimonio cultural boliviano va generando una pérdida de soberanía e identidad boliviana en estas regiones. Inclusive muchas de las comunidades del lago se benefician de proyectos que llegan a poblaciones peruanas y que son replicadas en el lado boliviano, con recursos del vecino país.