Educando al estilo Pierce Bornan

Pierce Brosnan vuelve a interpretar a un agente secreto, pero esta vez el estilo y elegancia salió por la ventana ya que ahora busca respuestas a base de mucha pólvora y explosiones.

Peter Devereaux ha dejado su puesto en la CIA tras un operativo que terminó mal. Años después debe volver al ruedo para enfrentarse a una agencia corrupta que busca cazarlo y el único indicado para ello parece ser el aprendiz que él entrenó. En un mundo donde lo bueno y lo malo se diluyen uno en el otro, la lucha por la inocencia parece ser lo único que vale la pena procurar.

Roger Donaldson es un buen artesano, en 1988 dirigió Cocktail protagonizada por Tom Cruise, y en 1992 nos presentó Arenas Blancas (White Sands) uno de los mejores thrillers de los 90s. También nos entregó en el 2000 el drama histórico de Trece Días (Thirteen Days). Con Brosnan ya había trabajado en El Pico de Dante (Dante´s Peak 1997).

Basada en la novela There Are No Spies de Bill Granger, de la serie de novelas sobre el personaje de Devereaux llamado “El Hombre de Noviembre” porque a su pasó no queda nada con vida, la película tiene todos los elementos para ser una gran película de espías: tenemos un casting correcto, un guión que tiene sus buenos momentos, un director que ha demostrado ser un buen artesano. Y sin embargo nada logra hacer que la película funcione del todo, hay algo que no termina de agradar, de cuajar.