Punto aparte
El electorado de la ciudad de La Paz dio una lección de visión y realismo a las cuatro candidaturas opositoras que participaron en las elecciones del 12 de octubre. Éstas, optaron por el sectarismo o la figuración personal, antes que por un elemental sentido de servicio y falta de cálculo objetivo. Los hechos demostraron que lo que les correspondía era formar una coalición, sin que implique deponer posiciones partidistas ni programáticas.
El gobernante MAS (Movimiento Al Socialismo) desde el 22 de enero de 2006 hace política partidista, utilizando todos los medios, lícitos e ilícitos, para asegurarse las victorias en cuanta consulta ciudadana hubiere en el país.
Sus opositores ni siquiera advirtieron que en la elección de 2005 se presentaba un candidato con potencialidades que ellos no la tenían. Se dispersaron en seis candidaturas, con lo que facilitaron a Evo Morales hacerse del poder, del que ahora no quiere desprenderse y todo indica que no lo hará en el futuro.
En las últimas elecciones, en la ciudad de La Paz, que está dividida en cuatro circunscripciones, el MAS obtuvo el 41,95% de los votos; en tanto, sumando los resultados individuales que lograron las cuatro candidaturas opositoras, totalizaron el 68,92%.
Las cifras anteriores demuestran que la oposición, de haber estado unida, sería la verdadera triunfadora del plebiscito. En todo caso, lo que queda claramente establecido es que la ciudad de La Paz es opositora al MAS. No se dejó seducir por ciertos abalorios de claro tinte electoral.
La ciudad de La Paz tenía cinco circunscripciones electorales, una, la 10, al parecer, para disminuirle su volumen electoral, la transfirieron a El Alto. Quedó con la 6, 7, 8 y 9. En la 6, que abarca desde Miraflores hasta San Antonio Bajo, el MAS obtuvo el 42,8% de la votación, la oposición el 57,49%; en la 7, que comprende a la Zona Sur, el MAS 38,59% y la oposición 61%; en la 8, que abarca al barrio de Sopocachi hasta la Obispo Indaburu, la votación del MAS fue de 39,70% y de la oposición del 62,32%. Y en la 9, que está entre Achachicala y Bella Vista, el MAS logró el 46,72% y la oposición el 53,28%.
Así, el MAS obtuvo el referido 41,95% y la oposición unida el 62,32%. La diferencia a favor de la oposición llega al 16,57%, según los datos del Cómputo Oficial. Por tanto, la oposición se impuso en la ciudad de La Paz y el MAS perdió.
De esta manera, la oposición le regaló al MAS, en bandeja de oro, los dos tercios que ahora tiene en la Cámara de Diputados.
Los resultados en las cuatro circunscripciones de la ciudad de La Paz se prestan para otras puntualizaciones. La principal es cuestionar la decisión que habría adoptado el TSE de desconocer el derecho que adquirieron en las urnas el MSM y el PVD-EIB, de contar cada uno con un diputado. Sería un atropello a los electores de estos partidos que las dos diputaciones se las asigne al MAS. ¡Los votos que se emitieron para elegir a esos dos diputados son opositores al MAS!
Además, en el caso del MSM, corresponde destacar que ocupó el segundo lugar en todas las circunscripciones de la ciudad de La Paz, después del MAS. En la circunscripción 6 sumó el 22,54% de los votos, en la 7 el 25%, en la 8 el 20,32% y en la 9 el 22,56%. Esto significa que el MSM cuenta con el respaldo de un segmento importante del electorado paceño.
En cuanto se refiere al Departamento de La Paz, el MAS aparece ganando con el 68,92%. A las cuatro candidaturas opositoras el TSE les asignó el total de 31,08%. Con estos guarismos, resulta que entre el área urbana y rural existe una enorme asimetría, que ascendería al 37,9%.
De conformidad con el cuestionado Censo de Población y Vivienda, realizado en 2012 por el INE (Instituto Nacional de Vigencia), bajo la batuta de la Ministra de Planificación, el Departamento de La Paz tendría 2.706.351 habitantes. Extrañamente, el INE no registra los porcentajes de la población urbana y rural, ni en lo nacional ni en lo departamental.
A falta de estos datos oficiales, en los medios de comunicación se concluyó que la población nacional urbana sería del 70% y la rural del 30%, aproximadamente.
Una explicación acerca de estas diferencias se produjo en un panel de representantes de las candidaturas en disputa, presentado por una estación televisiva el domingo 11 de mayo. En el área rural se elegiría un diputado con 23.000 votos y en el urbano con 150.000.
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