Cómo lidiar con la psoriasis en la piel

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta del 2 al 4 por ciento de la población mundial. No es contagiosa, pero sí se considera que es hereditaria. Afecta con frecuencia a hombres y mujeres, y se presenta en forma leve, moderada o severa.

“La psoriasis es una patología de la piel que causa descamación, enrojecimiento y, a veces, picazón. Por lo general, las células de la piel crecen desde las capas más profundas y suben lentamente a la superficie, en reemplazo de las células muertas de la superficie. Este proceso llamado renovación celular demora entre 30 a 45 días. Con esta enfermedad, la renovación celular ocurre de 4 a 6 días, lo que provoca que las células nuevas suban demasiado rápido y se acumulen en la superficie”, explicó la dermatóloga Gila Nelkenbaum.

La especialista afirmó que existen otros factores importantes que desencadenan esta enfermedad como el estrés, la presencia de una enfermedad viral o bacteriana, en especial por estreptococos y algunos medicamentos comunes como el grupo de beta bloqueadores (atenolol y propanolol) utilizado para la presión alta y problemas cardíacos, algunos antimicóticos (Litium) para tratamientos psiquiátricos.

DIAGNÓSTICO

La psoriasis puede ser diagnosticada a simple vista, al examinar los lugares, donde empiezan a aparecer enrojecimiento y escamas en la piel, como el cuero cabelludo, codos, rodillas, obligo o uñas en manos y pies, con mayor frecuencia.

“Se ve como placas eritomatosas (enrojecida e inflamada) que están cubiertas con escamas gruesas en color blanco y plomo. En algunos casos al presentarse en la cabeza puede ser confundida con dermatitis seborreica (caspa) por las escamas que desprende, pero el especialista determinará si se trata de uno u otra enfermedad”, explicó Nelkenbaum.

Existen muchas formas de psoriasis, entre las más frecuentes están:

1.- Psoriasis de las uñas: Causa un engrosamiento, despegamiento e incluso destrucción de las uñas que puede confundirse fácilmente con hongos, cuando la patología es severa o en una forma leve cuando hay unos pequeños huecos en su interior.

2.- Psoriasis pustulosa: En lugar de desarrollar placas rojas con descamación aparecen zonas rojas cubiertas con granos de pus.

3.- Psoriasis invertida.- Aparecen en zonas de pliegues como las ingles y las axilas en forma clásica.

4.- Psoriasis en gotas o guttata: Esta forma es más frecuente en niños y adultos jóvenes. En lugar de placas grandes se presentan como gotas pequeñas rojas y cubiertas de escamas que son frecuentes luego de una infección de garganta con estreptococos B.

5.- Psoriasis palmoplantar.- Sólo afecta a las palmas y plantas de los pies, donde se forman placas muy gruesas que pueden romperse y agrietarse provocando dolor y dificultad al caminar.

La dermatóloga agregó que pueden presentarse en otros lugares como el pecho, el estómago, ombligo, las piernas y muy rara vez en el rostro. No tiene una presentación muy estética, pero una vez que es tratada no deja secuelas en el lugar donde apareció.

TRATAMIENTOS

Los tratamientos pueden ser tópicos, sistémicos o biológicos, dependiendo de la gravedad de la enfermedad, el tamaño del área afectada, el tipo de psoriasis y la reacción de las personas a los diferentes tipos de medicamentos.

a.- Tratamiento tópico.- Se utilizan cremas con corticoides y en base de vitamina D, lociones o champús con ácido salicílico, alquitrán, selenium sulfide y en especial cuando la zona afectada es localizada.

b.- Fototerapia.- La psoriasis mejora con la exposición al sol lo que ha propiciado el desarrollo de diferentes tratamientos basados en la luz ultravioleta con ayuda de lámparas o cabinas en hospitales. La modalidad más utilizada es la ultravioleta B de banda estrecha (UBV-BE).

c.- Tratamiento sistémico.- Se utiliza medicamentos que son derivados de la vitamina A y otros medicamentos como el acitretino, ciclosporina o metotrexate por vía oral o endovenosa.

d.- Tratamientos biológicos.- Con fármacos de última generación para tratar este padecimiento como el infliximab o el etanercept, entre otros bajo estricto control médico para su administración.