La macabra muerte del bebé Alexander de sólo ocho meses –que estaba acogido en el hogar Virgen de Fátima de la ciudad de La Paz– generó ayer una reacción generalizada de repudio. Autoridades nacionales y departamentales impulsan investigaciones del horrendo hecho, mientras que la Policía detuvo a ocho personas y el refugio donde el menor fue víctima del violento está precintado.
La viceministra de Igualdad de Oportunidades, Karina Marconi, dijo que el Hospital del Niño fue el primer centro donde fue llevado el pequeño y probablemente se hubiera evitado su muerte sino lo transferían al hospital Juan XXIII.
La directora del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges), Agustina Quispe, aseguró que en su gestión se hizo los cambios necesarios para que los menores tengan más seguridad y en el caso de la muerte del bebé dijo que se hará el seguimiento del proceso judicial hasta dar con los autores o autor del hecho.
La muerte del menor a causa de una hemorragia interna provocada por un supuesto abuso sexual perpetrado el jueves por la tarde, ha dejado en vilo el trabajo de varias instituciones y el futuro de las autoridades responsables del control de los hogares de acogida y los procedimientos de asignación y contratación del personal.