El presidente de Uruguay, José Mujica aseguró ayer que mientras viva “nunca” venderá su viejo Volkswagen “Fusca” de 1987, codiciado por un jeque árabe que le ofreció un millón de dólares por el automóvil erigido en símbolo de la austeridad del mandatario.
“Desde siempre somos amigos de los Fuscas”, dijo Mujica en su audición radial “Habla el presidente”, que recordó el primer “Escarabajo” que conoció cuando era “muchachito”. “Nos chocó, nos pareció horrible”, relató.
“Con el paso de los años, cuando intentábamos cambiar la suerte del mundo en que vivimos, nos hicimos enamorados de los Fuscas, hasta el día de hoy”, contó el exguerrillero que llegó al poder en 2010 y concluirá su mandato en marzo de 2015.