EL DIARIO: LAS MALAS LENGUAS DICEN QUE LA LETRA DE LA CANTARINA NO TE GUSTA.
WILLY CLAURE: (Ríe). El tema se llama “La Cantarina” porque la persona a quien le dediqué el tema le puso el nombre. Esta persona es Ema Junaro, yo le debía una cueca. Escuchó y le gustó y le puso el nombre “La Cantarina”, porque yo le llamaba así a ella. El tema nació como una canción instrumental, es un tema de gratitud de mi persona a la suya por los 25 años que trabajamos juntos y por el cariño y la hermandad musical y artística.
Estaban rodando la película “Los Andes no creen en Dios”, y don Antonio Eguino (director del filme) me pidió una cueca, yo le di tres o cuatro cuecas para que él pueda elegir y eligió “La Cantarina”. Me dijo que tenía que tener letra porque iba a estar dedicada a la “Miskky Simi” (Carla Ortiz), la mujer más bella en la película. Entonces en ese momento me vi invadido en un territorio íntimo mío. Yo hice una melodía sin tener ningún concepto textual para Ema Junaro. Intenté hacer una letra hablando muy metafóricamente, sobre la voz de Ema, su belleza, la belleza de su persona. Don Antonio escuchó la versión y no le gustó para nada porque no era lo que necesitaba. Él quería un tema mucho más elocuente que hable de los ojos, de la boca, del cuerpo de la “Miskky Simi”. O sea, nada que ver con lo que yo tenía pensado. Milton Cortez entendió, agarró y se puso a escribir la letra, la escribió muy rápidamente; don Antonio la leyó, escuchó la canción y dijo que estaba perfecta, que era lo que quería. Pero yo no estaba de acuerdo; como digo, estaban ingresando a un territorio íntimo mío. Lo único que me hizo aceptar todo esto es que el tema iba a ser parte de la película. Una vez que salió la cueca y se hizo conocida yo le dije a Ema con algo de vergüenza ajena que me disculpe, que le habían puesto una letra a su canción. Ema escuchó el tema y dijo “Me encanta” (ríe). Ahí quedó todo y yo mismo la canto. No es que no me guste. La letra es lindísima y la gente la quiere así. El tema está muy bien así como está.