Las cálidas aguas de Bahamas esconden en sus profundidades una colección de enormes esculturas submarinas, entre ellas la mayor del mundo hasta el momento, que, con más de seis metros de altura, ayuda también a proteger los arrecifes de corales naturales de este paradisiaco archipiélago.
“Nuestro ‘jardín’ atrae a buzos de todas partes del mundo, entusiastas del arte y la biología marina así como otros grupos científicos educacionales”, explicó a Efe Jazmine McPhee, asociada de DWS Partners, firma consultora de esta iniciativa que aún está en desarrollo.
El Gobierno de Bahamas concedió un arrendamiento de los fondos marinos en la costa oeste de la isla New Providence a la Fundación Educativa de Corales y Medio Ambiente de Bahamas (BREEF, por su sigla en inglés), que es la que desde el pasado septiembre ha empezado a colocar estas enormes esculturas.