Entre cartas, poemas y cuentos
La caída de las hojas
Cayó como una rosa en mar revuelto. . .
y desde entonces a llevar no he vuelto
a su sepulcro lágrimas ni amores.
Es que el ingrato corazón olvida,
cuando está en los deleites de la vida,
que los sepulcros necesitan flores.
Murió aquella mujer con la dulzura
de...