Y hablando de pájaros. . .

En algunas cárceles de los Estados Unidos se permite a los presidiarios cuidar pájaros para distraerse, y de aquí resulta que en estos recintos hay bastantes aves al cuidado de los reclusos.

En Inglaterra hubo un prisionero que cuidaba un mirlo, llamado Joe, cuya inteligencia era tal, que traía y llevaba en el pico las cosas que se le daban como si fuese un perro.

En todas las cárceles americanas acuden muchas aves, principalmente palomas, gorriones, loros, atraídos por las migas de pan que los penados les guardan, y se hacen tan sociables que llegan a tomar la comida de manos de los presos.