SALUD
La dieta macrobiótica viene directamente de Oriente hasta Occidente para mejorar nuestra salud. Te contamos en qué consiste.
QUÉ ES LA COMIDA MACROBIÓTICA
La comida macrobiótica es una doctrina basada en un conjunto de normas y consejos orientados a perseguir una vida saludable y duradera. La alimentación macrobiótica define una manera de comer basada en el principio de equilibrio del Yin y el Yang y consiste en una adaptación de las tradiciones culinarias de Extremo Oriente, donde alimentación, medicina e incluso espiritualidad a menudo se presentan vinculadas entre sí.
Se encuentran principios equivalentes a los de la comida macrobiótica en la mayoría de cocinas ancestrales del mundo entero, incluso en las occidentales (en especial el hecho de tomar cereales y otras gramíneas como alimento de base). Fue el japonés Georges Ohsawa, su creador, quien en 1957 dio a conocer al mundo occidental esta teoría y fue traída a Europa a partir de los años treinta.
La dieta macrobiótica está basada en la medicina china y el budismo zen, donde salud es sinónimo del equilibrio entre los principios yin (femenino: frío y oscuro) y yang (masculino: caliente y luminoso), los cuales están presentes en toda la naturaleza. Según esta filosofía, la ausencia de enfermedad existe cuando estos dos principios se encuentran en equilibrio, y se logra dicho equilibrio mediante una alimentación adecuada, la tolerancia y la serenidad espiritual. Esta teoría establece una dependencia y relación absoluta entre el estado de ánimo y la alimentación.
EN QUÉ CONSISTE UNA DIETA MACROBIÓTICA
La comida macrobiótica consiste en una enseñanza global que tiene como objetivo final el desarrollo del juicio o entendimiento humano. Desde este punto de vista, se la puede considerar como una técnica de evolución personal, de la misma manera que el yoga, el buda japonés en su esencia o las diversas disciplinas espirituales.
Este tipo de alimentación es una aplicación biológica y fisiológica del principio del Yin y el Yang, según el cual toda cosa está equilibrada por estas dos fuerzas respetando, en cada caso, una proporción determinada. Según Ohsawa y sus predecesores, el equilibrio del organismo humano sería de cinco Yin por un Yang (esta relación correspondería a la presencia del sodio -Yin- y el potasio Yang-. El principio de una buena alimentación sería, pues, el de tomar alimentos que respeten esta proporción para que sean bien asimilables.
En lo macrobiótico, se considera que el proceso de asimilación de los alimentos consiste en un mecanismo de descomposición realizado a través de la digestión: las sustancias ingeridas se descomponen hasta la extracción de cada elemento molecular para ser introducidos en la sangre, la cual alimentará cada célula del organismo. En consecuencia, todo alimento demasiado alejado de esta composición fija de la sangre necesitará un esfuerzo digestivo más importante, y el organismo deberá fatigarse con el fin de transformarlo, cosa que, a la larga, puede acabar causando las enfermedades.
CLAVES PARA LLEVAR UNA DIETA MACROBIÓTICA
El método macrobiótico se aproximaría al de cualquier cocina hecha con “sentido común”: tradicionalmente, de una manera intuitiva, se equilibra una chuleta (Yang) con patatas (Yin), ensalada (Yin) y/o alcohol (Yin). La comida macrobiótica pretende hacer tomar conciencia del mecanismo que considera subyacente a este fenómeno para poder ser más precisos en caso de necesidad.
Por otra parte, también quiere atraer la atención sobre el siguiente hecho: tal como cuando se bebe demasiado alcohol el pensamiento o juicio se modifica, cualquier sustancia introducida en el organismo (incluyendo, pues, todos los alimentos) produciría el mismo efecto; así, el consumo habitual de ciertos alimentos provocaría angustias, otros agresividad, otros agudizarían la capacidad de concentración, otros la debilitarían, etc, de ahí la importancia de mantener un equilibrio entre el Yin y el Yan.
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