Vecinos denuncian que siete casas están afectadas por falta de previsión

(Agencias).- Los vecinos de la zona de Tacagua denunciaron ayer, por separado, que siete casas están afectadas por falta de previsión en la construcción de la avenida Niño Kollo, ubicada en el macrodistrito de Cotahuma, que une las zonas de Tembladerani, Alto Tacagua y Faro Murillo.

Recordaron que esa avenida se desplomó a días de su inauguración a causa de las intensas lluvias. “Somos al menos siete casas afectadas, pero hay una la de la esquina que es la más afectada, y eso es porque han removido la tierra y ahora tenemos estos deslizamientos, en el mes de julio y agosto se han caído árboles, ellos han hecho esta obra del puente pero es una obra mal hecha”, dijo a los periodistas un vecino que pidió el anonimato.

Recordó que las autoridades de la Alcaldía, en la gestión de Luis Revilla, les prometieron la construcción de muros y árboles, “pero hasta ahora no hicieron los muros que prometieron”.

Por su parte, otra vecina de la zona, María Beatriz Maldonado, aseguró que los ingenieros de la comuna paceña entraron con tractores hasta lugares que no debieron entrar. “Esto fue una ignorancia de ellos, porque esta tierra es estable y ellos la han removido”, complementó.

“Yo no creo que sean profesionales, hasta ahora tenían que hacer el alcantarillado, y nada, la tierra era firme, no sabemos cómo fue que el tractor se ha metido hasta ahí, y resultado de eso es que nuestras casas se vieron afectadas”, añadió.

Explicó que las actuales autoridades de la Alcaldía, y el alcalde interino, Omar Rocha, visitaron la zona y prometieron una solución “lo más pronto posible”.

Otra vecina, Cinthia Matías, inquilina de la casa más afectada, entre sollozos explicó que tiene hijos y no tiene a donde ir.

“Nuestra preocupación es que nos van a desalojar de aquí, yo soy inquilina no más de aquí y no tenemos donde ir, hace rato vinieron los de la Alcaldía pero dicen que van a solucionar pero no sabemos cuándo”, remarcó.

La avenida, de 500 metros de longitud, fue inaugurada el domingo 21 de diciembre por el ex alcalde Luis Revilla, con una inversión de 9 millones de bolivianos, y dos días después sufrió el derrumbe de más de 50 metros de asfalto.