Un problema sin solución

En épocas electorales se promete todo, pero la realidad resulta ser otra una vez que se ha llegado al poder, sea quien fuere. El anunciado incremento en las tarifas del transporte público es atentatorio contra los bolsillos de paceños y no paceños, porque todo comenzaría a subir y como país estamos ingresando en una etapa austera.

Por ello nos referiremos al transporte público en general, cuyo desempeño nos importa y afecta a quienes habitamos la maravillosa ciudad de La Paz. Desde hace tiempo, el transporte a nivel de taxis y radio taxis ha incrementado el presupuesto de los habitantes paceños. Prácticamente ya no existen muchos taxis y quienes conducen los pocos que hay creen que pertenecen a alguna línea de radio taxis, aunque sea trucha y simplemente cobran lo que quieren, afirmando que son tarifas fijadas por la Alcaldía y como no hay quien regule y controle esto, es un verdadero carnaval de todo el año y ahora cerca de Alasita.

En época de lluvias, viene la ganancia de los pescadores en río revuelto, por los cambios climatológicos que van aconteciendo. Resulta que ir a Oruro, Copacabana y hasta Yungas en bus, es más económico que abordar un taxi o radio taxi, cuyos choferes primero ven la cara del pasajero, mejor si está acompañado y aquí viene el abuso, al cobrar quince, veinte o treinta bolivianos por recorrer una cuantas cuadras, y ni la Alcaldía ni el organismo operativo de tránsito ni la defensa del consumidor hacen algo al respecto.

Y ahora hablan de un incremento en las tarifas, pero ¿por qué no incrementan la amabilidad y buen trato a los pasajeros? Una señora se quejó el otro día porque al intentar tomar un taxi, sólo por preguntar si la podían llevar a determinado barrio, el chófer le respondió con palabras ofensivas. ¿Por qué no incrementan la limpieza de sus vehículos?, pues la ropa de los pasajeros sale más sucia de los motorizados, aunque no se requiere de mayor presupuesto para limpiarlos, con un poco de agua, aunque sea de la lluvia y unos trapos viejos para dejar limpios los asientos y enlodados pisos.

Se debería hacer una campaña de limpieza y revisar los vehículos, para sancionar a los conductores de motorizados sucios, pues los pasajeros son personas, no animales. Muchas empresas de radio taxis han subido sus tarifas y bajado la calidad del servicio, y cuando se llama para solicitar un móvil, “no tengo presupuesto para llamar” responden y el usuario debe salir en plena lluvia a ver si llegó el vehículo o escuchar la bocina para ver si está cerca.

El tema del incremento que lo resuelva quien deba hacerlo, lo que exigimos los usuarios y habitantes paceños es que alguien controle y regule a taxis y radio taxis, que establezcan tarifas acordes a la realidad. Actualmente son elevadas las tarifas y los conductores hacen lo que quieren sin control; las nuevas autoridades del municipio paceño que hagan algo, ya que este parece ser un problema que ni los alcaldes de Marte, Júpiter u otros planetas podrían resolver. Todo es cuestión de voluntad, de pensar en los demás, hablamos de una ciudad maravillosa, pero que no sea sólo para la propaganda y el marketing. Ojalá que este 2015 tengamos también un maravilloso servicio de transporte público.

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