Perforaciones políticas

Tomar decisiones petroleras a partir de criterios políticos no es recomendable, como lo ha comprobado YPFB más de una vez.

En 1991, la empresa debió hacer unas perforaciones basadas en presiones políticas, en el norte de La Paz, porque así lo exigía el Comité Cívico de los paceños.

Un equipo de perforación fue trasladado a la zona, donde fueron perforados tres pozos, pero sin éxito. No se encontró ni petróleo ni gas ni nada.

Cuando el equipo de YPFB terminó de perforar el tercer pozo, en vano, pidió instrucciones y la orden fue retirar los equipos, pero los lugareños se opusieron, dijeron que no permitirían que salga ninguna maquinaria, hasta que se encuentre petróleo.

Como no se podía dejar que los equipos de herrumbren en la zona, los técnicos tuvieron que sacar todas las piezas, una por una, de noche, con miedo, en helicópteros sigilosos. Pero no se pudo sacar todo: las piezas más pesadas quedaron allí, para satisfacer el hambre de la humedad amazónica.

El pozo principal se llamó Lliquimuni 01 y los otros dos Tacuaral 01 y Tacuaral 02.

Los ingenieros de YPFB dijeron después que en la zona hay 18 afloraciones de petróleo, pero que ellas, como ocurre en todas partes, son indicio de que hay o que hubo petróleo en las capas inferiores. En este caso, al parecer, se comprobó que allí hubo petróleo y que se agotó en muchos, muchos años, de brotar y brotar.

También se comprobó que la voluntad, por más fuerte que sea, no sirve para forzar a la geología a producir capas petroleras allí donde los políticos han decidido encontrar algo. Las cosas no son así.

Los departamentos del altiplano desearían tener yacimientos de petróleo o gas, como tienen los del sur o del oriente. Esperan que la geología, o la Pachamama, aplique algún criterio de equidad.

Ahora, con el mismo criterio de 1991, se anuncia una nueva perforación, también en Lliquimuni, porque es preciso dar un mensaje político.

Hubiera sido conveniente que los responsables de YPFB revisaran los archivos de la empresa para enterarse de todo lo que se ha hecho en la zona. Son muchos los informes, que seguramente están poder de la empresa, donde figuran estos datos.

La empresa no tiene ni tiempo ni dinero para dedicarse a hacer perforaciones basadas solamente en criterios políticos o urgencias electorales.

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