Álvaro Numbela T.
Las Salas de Procesamiento Común representan una técnica nueva de organización que permite el resplandor de la judicatura. El Poder Judicial puede dotarse de un equipo de trabajo incontestable, que elimine la retardación; en síntesis, resulta necesario un Poder Judicial capaz de resistir las presiones, de tal modo que pueda adaptar su organización a los tiempos modernos.
Lo que no sirve
Precisamente hasta ahora -enero de 2015- hemos escuchado todo lo que no sirve a la judicatura; en efecto, unos y otros ofrecen la cárcel para magistrados, reformas constitucionales, referéndums, nuevas metas de lucha anticrimen, adquisición de micrófonos, reformas tras reformas, remoción total de los componentes del “órgano” judicial, movilización nacional para cambiar la justicia… Por su parte, el Presidente agrega: “que el pueblo no se siente protegido por la justicia, el pueblo es víctima de la justicia… ella está corrompida por algunos malos abogados, jueces y fiscales que sólo benefician a quienes pueden pagar su defensa, gracias a sus actividades ilícitas” (1).
Así y desde que todo el mundo se ocupa del futuro del Poder Judicial, no existe una justicia eficiente y moderna. Consecuentemente… ¡¡Se debe facilitar el inmenso deseo de hacer correctamente las cosas!!... únicamente aplicando las técnicas de organización político-social que configuran la problemática contemporánea del desarrollo, sin necesidad de utilizar ingentes cantidades de dinero que sólo sirven para malgastar y aprovechamientos ilícitos que hoy abundan, desgraciadamente.
El sistema procesal común
Se trata de poner las cosas en su lugar, frente al trabajo actual del sistema judicial cuyo accionar radica en el trabajo individualizado de un secretario, de un actuario con el Señor Juez. El Sistema Procesal Común precisa del trabajo conjunto (en equipo) de todos los secretarios y actuarios en la preparación o formación del expediente electrónico, bajo el mando de un Director, nueva idea que funcionaría de la siguiente manera:
El Servicio Procesal Común centraliza todas las acciones, permitiendo que los señores abogados y sus secretarios depositen sus memoriales, directamente en la Sala Común de Procesos. De esta manera, el Servicio Procesal Común llegaría a ser una auténtica maquinaria que no motorice únicamente la recepción directa de memoriales, sino se decrete inmediatamente el proveído correspondiente. En la nueva modalidad de trabajo, el Juzgador debe cumplir fielmente su augusta misión de aplicar la ley, conforme los datos producidos en cada causa y sin necesidad de meter la mano a nada, ya que ello representa pérdida de tiempo. De esta manera concreta, diremos adiós a la retardación… y don Evo Morales podrá dormir tranquilo, sin los dientes apretados y sin necesidad de “quejarse al pueblo para una profunda revolución”. No da para tanto. Consiguientemente, si se realiza lo uno, después veremos el dos, con el Estatuto de la Magistratura para saber ¿quién es un Magistrado?
1.- Proponen referéndum para reformas judiciales. EL DIARIO, La Paz 6 de enero de 2015. Pág.1.
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