París alzó su voz contra el terrorismo y en defensa de la libertad en una manifestación multitudinaria, que congregó a más de un millón y medio de ciudadanos, según los organizadores y a casi 50 líderes mundiales. “París es hoy la capital del mundo”, dijo el presidente François Hollande, ante los miembros de su Gobierno reunidos en El Elíseo antes de la marcha por la capital. “El país entero se levantará”, proclamó Hollande.
El evento sin precedentes pretendía mostrar el poder y la dignidad del pueblo francés y su grito unánime a favor de la libertad y la tolerancia. Un grito que se repitió también en otras localidades de Francia.