Más de 40.000 folkloristas agrupados en 65 fraternidades y otras invitadas participaron ayer de la tradicional entrada del Señor Jesús del Gran Poder, cuyo colorido y la destreza en las coreografías cautivaron a propios y extraños en una jornada de sol radiante.
Los participantes no sólo bailaron por fe y devoción, sino también para que la fastuosa entrada, conocida también como la Fiesta Mayor de los Andes, sea postulada ante la Unesco, para alcanzar la declaratoria de Patrimonio Intangible de la Humanidad.
Como todos los años, la danza de la morenada fue la que más bloques presentó en esta manifestación cultural. Asimismo, en el desfile de los danzarines se pudo apreciar una variedad de bordados en el vestuario, tanto de damas y varones, demostrando gran creatividad de cientos de bolivianos que se dedicaron a la confección de atuendos para diversas fraternidades.
El público quedó satisfecho con la presentación folklórica que mostró la diversidad de la riqueza cultural expresadas en danzas regionales y nacionales. El evento se prolongó hasta pasado la medianoche; sin embargo, la fiesta fue empañada por la venta indiscriminada de bebidas alcohólicas al público.