Exministro Moldiz habla de complot de jefes policiales

El exministro de Gobierno, Hugo Moldiz, dio a entender que la fuga del extraditado, Martin Belaunde, fue un complot en su contra para alejarlo del cargo, en represalia al anuncio de la reforma policial que pretendía ejecutar al interior de la Policía Nacional.

El exministro de Gobierno, reveló ayer en una entrevista a radio Patria Nueva, que durante su gestión mantuvo reuniones secretas con los policías de base, los cuales le expresaron su entero apoyo para desarrollar las reformas que buscaban eliminar los privilegios a las “élites policiales”.

Explicó que para los próximos cinco años, pensaba implementar cuatro macro faces, las cuales debieron ser presentadas el pasado lunes, pero ante la controversial fuga del exasesor del presidente peruano Ollanta Humala y la crisis internacional que esta generó, debió ser suspendida.

Entre la medidas que pretendía ejecutar, estaba el empadronamiento de suboficiales y oficiales, para determinar con certeza a cuánto asciende el número de efectivos, y prevenir por ejemplo, pago de salarios a uniformados inexistentes.

“¿El empadronamiento para qué iba a servir? No sólo para saber cuántos son, sino qué son. Cuándo entro (a la institución), que antecedentes tubo en su carrera policial, elaborar una ficha, incluso para saber su estado médico, características cualitativas, cuantitativas que iban a permitirnos tener una idea con qué tipo de policías contábamos”, explicó.

Dicho censo, estaba previsto que se efectuara con equipo externo que de fiabilidad de los datos obtenidos.

En segundo lugar, se pretendía identificar los focos y mecanismos de corrupción que existen al interior de la Policía. La medida, también debía ser efectuada por equipos externos a la institución.

Como tercera medida, debía elaborarse el diagnóstico educativo de los uniformados policiales. Sobre este punto, Moldiz detalló que la pretensión, no sólo radicaba en verificar el nivel de educación, sino, en la verificación de los contenidos de los programas de formación.

Señaló que esta fue una de la medidas que causó más molestia en determinados grupos de la policía, además que lo había expresado de forma abierta en uno de los actos de aniversario de una de las instituciones e formación donde estaba presentes jefes policiales.

Por último, declaró que estas medidas estaban direccionadas a que en esta gestión se modifiquen los mecanismos de selección para el ingreso a las escuelas de policías.

“Íbamos a democratizar, pero al mismo tiempo, íbamos a ser más rigurosos para verificar quien ingresaba a la Policía”, destacó.

Moldiz, destituido de su cargo la pasada semana, explicó que fueron aquellas “élites” las que se opusieron a un cambio al interior de la policía, y que estarían tras su destitución.

“Al principio se propuso cambiar edecanes. La tropa apoyó eso porque vieron en eso una actitud de privilegio, porque era lo mismo cada año, los mismos en los ministerios. Una especie de élite. El policía de base apoyó la reforma. Me reuní con ellos y expresaron su total respaldo a lo que empezaba a hacer”, dijo.

Para la exautoridad, existen sectores conservadores como la Anssclapol (Asociación Nacional de Suboficiales, Sargentos, Clases y Policías) que se oponen a los cambios en la institución, pero “fueron derrotados ante la predisposición que expresaron los representantes de base de todo el país” en la reunión reservada que tuvieron con él.  

Ante la decisión de terminar con aquellos privilegios, Moldiz explicó que una de las tareas fue la de sacar un mayor número de policías a las calles para reforzar la seguridad ciudadana, hecho que provocó la molestia de algunos sectores de la Policía.

“Cuando se inicia aquel plan no se saca 1.000 efectivos a las calles, cuando se identifican más cosas se determina más de 5.147 policías que van a salir a engrosar las tareas de seguridad ciudadana, dimos un durísimo golpe, que las últimas semanas quise controlar con una auditoría operativa porque al parecer no se cumplían”, indicó.

Para Moldiz, ese hecho fue la gota que rebasó el vaso de la molestia de los policías y le valió el cargo.