Comunidades rurales esperan mejoras

Comunidades rurales de la provincia Camacho o Ingavi mantienen la esperanza de que durante esta nueva gestión gubernamental sea atendido el pedido de mejoramiento de sus carreteras, vías que se mantienen, en muchos casos, en pésimo estado pese a que el transporte interprovincial y particular debe pagar el peaje, explicó el representante de la provincia Camacho, Rubén Quisberth.

Muchas de las familias de estas provincias han visto desintegrados sus hogares como consecuencia de los accidentes de tránsito, que son resultado de diversos factores, pero los más identificados en estas provincias son la desatención en el mantenimiento de las vías.

El pasado mes incluso el transporte interprovincial se vio obligado a suspender la cancelación de peajes, no sólo ante el anuncio de las autoridades de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) de elevar el costo de peajes, sino sobre todo por la desatención de varias de las vías rurales, donde las poblaciones más necesitadas continúan siendo relegadas a segundo plano cuando de mejorar sus caminos, señaló Bernardo Huayta.

En el peaje a la provincia Camacho, hace dos semanas, un grupo de más de 80 conductores del transporte interprovincial que pertenecen a cerca de cuatro sindicatos, a nivel de la dirigencia, prefirió mantener un control de cerca de 24 horas a sus afiliados, para que ellos no cancelen el pago de peajes ante la serie de demandas realizadas en lo referente a mantenimiento de vías, señalización e iluminación, factores que definen la suerte no sólo de los conductores, sino de las poblaciones en el sector rural. Si bien existe un acuerdo de mantener las tarifas del peaje, aún el mejoramiento de vías en estas poblaciones “sigue siendo un deseo”.

“Estas autoridades deben recordar las condiciones en las que están nuestros caminos, como es posible que más de 10 años, sigamos viviendo abandonados”, remarcó Quisberth.

Si bien los factores de servicios básicos, mobiliario y construcción de postas sanitarias o centros de educación dependen de los municipios, los comunarios, tiene definido su problema cuando de continuar integrados se refiere.

En muchos de los casos varias de las comunidades tuvieron que reunirse en sus sedes sociales o escuelas no sólo para realizar asambleas, sino sobre todo para velar a sus comunarios, quienes hombres, mujeres, niños y adolescentes, fueron víctimas de accidentes de tránsito, sobre todo en las noches, como consecuencia de las condiciones en las que se encuentran sus vías.

La desintegración de familias como resultado de los hechos de tránsito, ocasiona que la comunidad deba perder la posibilidad de que las familias puedan continuar produciendo o mejorar sus condiciones de vida, si sus integrantes se están quedando huérfanos de sus progenitores.

“Ya da miedo viajar y no sólo como dicen porque exceden velocidad, chocan, sino esta clase de caminos descuidados te hace perder el control del vehículo”, recuerda el chofer de transporte interprovincial Edgar Chambi.