Reportan continuos casos de robo

Una de las mayores preocupaciones de los vecinos de la urbanización Juana Azurduy de Padilla es la falta de resguardo policial que permita frenar la inseguridad en que viven los habitantes del lugar.

Los constantes reportes de casos de robo han dado lugar a que los ciudadanos de esta zona vivan de constantes sobresaltos sin contar con un medio que pueda frenar los asaltos a pleno día en las calles y el robo que sufren a sus domicilios.

Otro de los problemas que de un tiempo a esta parte se ha presentado en la urbanización es la aparición de autos robados abandonados y personas muertas, en la parte baja del sector del aeropuerto colindante con la zona, ya que debido a lo desierto en que se encuentra el lugar se tienen muchos problemas.

Como parte del plan de seguridad vecinal, los ciudadanos se ven obligados a contar con el propio resguardo y vigilancia que en muchas de las oportunidades queda insuficiente, porque para cometer este tipo de actividades ilícitas los antisociales utilizan altas horas de la noche cuando los vecinos descansan.

“Tenemos un sector al final de nuestra zona que es colindante con el Aeropuerto, lugar que prácticamente es un desierto, lo que es aprovechado por antisociales donde hemos podido ver cadáveres y hasta autos robados que después de desmantelarlos vienen a dejarlo por la noches y nosotros no podemos hacer mucho, porque lo hacen de 02.00 a 04.00 de la madrugada y eso es una preocupación para todos nosotros”, dijo Simón Quispe.

Existe una resolución ministerial del año 2014 que instruye a los municipios que debe ser prioridad la construcción de una Estación Policial Integral, pero las autoridades ediles en muchos de los casos han hecho caso omiso a tal determinación.

La demanda de los vecinos es la falta de apoyo económico, porque el barrio tiene áreas de equipamiento donde se puede construir una infraestructura de este tipo, además las autoridades policiales exigen ambientes con equipamiento, requerimientos que no pueden ser satisfechos porque el único medio por donde existe un ingreso económico a la zona es mediante el Plan Operativo Anual (POA), que llega a 299 mil bolivianos que no es suficiente por los requerimientos que todavía faltan por solucionar.

En el barrio no existen campos deportivos, falta la mejora de sus calles y avenidas, y, en la actualidad, los jóvenes y niños solo cuentan con una pequeña canchita de futbol de salón improvisada que en muchas de las ocasiones queda insuficiente para el número de habitantes que tiene la zona.