“¿Dónde está Ollanta?”, preguntó el pasado viernes el presidente Evo Morales en El Desaguadero, punto fronterizo con Perú al entregar en persona al empresario de ese país Martín Belaunde. El fin de semana pasado Humala respondió: “Acá en el Perú, los presidentes no vamos a recoger presos”, acto que generó un impasse entre ambos mandatarios que tienen programado el primer gabinete binacional para este mes.
Ayer, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, salió a luz pública para “lamentar” las declaraciones del presidente peruano, Ollanta Humala. Dijo que la presencia de Morales tenía el objetivo de enviar un mensaje claro de lucha contra la corrupción.
“Este es el mensaje de fondo. Pero además, este es un mensaje de fondo que tiene que ver con los compromisos no solamente políticos, con el programa de gobierno, con nuestro programa de gobierno, no solamente tiene que ver con la necesidad de poner punto final a los actos de corrupción que lastiman la conciencia ciudadana y que, además, afectan al erario público, porque los corruptos se roban la plata de los ciudadanos; entonces, no tendría sentido si los presidentes no encabezan la lucha contra la corrupción”, afirmó en una entrevista al canal estatal.
El 23 de junio próximo los gobiernos de ambos países programaron la realización del primer gabinete binacional para tratar temas de interés común como el corredor bioceánico y la contaminación del lago Titicaca.
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