Al DT de la Verde le llena de confianza el hecho de que Ronald Raldes esté integrado.
Mauricio Soria Portillo, el seleccionador nacional de fútbol, está optimista, entusiasmado con el trabajo del equipo verde que desde la semana siguiente jugará en Chile la Copa América. Distendido y hasta con mucho humor que contagia, Soria espera marcar una histórica página en el torneo sudamericano de mayor historia.
“Tengo que destacar el trabajo y comportamiento del grupo humano, todos trabajaron muy bien… y bueno la reducción tenía que llegar, todos sabían de la decisión, pero hablé con ellos y saben que deben seguir trabajando ante la posibilidad de volver”, comentó el técnico que tiene cuidado y reserva en el trabajo que se cumple en Mendoza, la tierra del vino y la buena amistad de sus pobladores y autoridades con el grupo verde. Por ello muchas sesiones fueron a puerta cerrada, lejos de posibles espías de los que temía el seleccionador.
“Hice muchos cambios, ensayé muchos equipos y el que sabe cúal será el equipo que jugará ante México en el debut soy yo, esa es la ventaja”, dijo en una reunión informal con los periodistas bolivianos que llegaron a esa tierra fronteriza con Chile, donde ya comienza a vivirse la Copa América.
La presencia de Ronald Raldes en los 90 minutos del partido jugado el domingo en el estadio mundialista “Malvinas Argentinas” para la comunidad boliviana, lo llenó de confianza, debido a que el experimentado capitán gritó, dirigió y orientó a los muchachos en el campo de juego. El cuerpo técnico tras ese entrenamiento le dio de alta total. Soria dirigió también, gritó desde el borde del campo de juego, pero al final con miembros de su cuerpo técnico se sentó en las gradas de salida del estadio mendocino, conversó, rió un poco y agradeció a la comunidad boliviana que llegó al estadio para apoyar al grupo humano que trabaja por hacer historia en esta nueva edición de la Copa América, de la que fuimos dueños en 1963.
“¿Como lo vieron muchachos al equipo?”, dijo Mauricio al abandonar el estadio y poco antes de abordar el vehículo que lo lleva a su hotel de concentración. “Hay cosas buenas para rescatar, pero también hay algunas de las otras para corregir”, decía al hacer un análisis superficial, ya que con el grupo luego revisaría el video completo del compromiso que los blancos le ganaron a los verdes por 4 a 3 goles.
El grupo está muy unido, está muy entusiasmado y la llegada de Marcelo Martíns Moreno, permitió el crecimiento de la confianza y la fe.
“Bien, muy bien… ya agarramos la confianza, lo bueno es que esta grupo es mi familia”, dijo escuetamente el delantero que milita en el fútbol chino y fue el más requerido por la comunidad boliviana al final del partido del domingo. Todos buscaron tomarse una foto con él o reclamaron su autógrafo.
Raldes asintió con el pulgar en alto que todo se halla bien. Jugó todo el partido del domingo, se lo vio con solvencia y prolijidad en el manejo del balón y de momentos hablar con los más jóvenes o “nuevos” a los que desde lejos parece observarse instrucciones o consejos para bien.
El seleccionado nacional comenzó la recta final de su preparación, ya que después de jugar el amistoso con Argentina en Mendoza, emprenderá el viaje a Santiago y luego Viña del Mar, donde comenzará la cuenta regresiva para jugar con México, el primer partido del sueño de Soria y los muchachos, de llegar lo más lejos posible en esta Copa América.
Edgar Tejerina
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