La revelación en un programa de televisión de que la influyente primera dama de Perú, Nadine Heredia, gastó 38.000 dólares (34.400 euros) entre febrero de 2013 y agosto de 2014 en objetos de lujo "carteras y vestidos comprados en Nueva York, joyas y un encaje comprados en Florencia" coincide con su nivel más bajo de aprobación en las encuestas desde 2011, año en que su marido Ollanta Humala llegó al poder. Hoy un 73% desaprueba su desempeño y un 18% lo aprueba, según un sondeo de la empresa GfK, divulgado el domingo, publicó EL PAÍS.
El programa de Cuarto Poder accedió a un expediente fiscal de investigación por lavado de activos a Heredia y reportó que la Primera Dama de Perú hizo las compras aprovechando los viajes oficiales del Presidente y, en algunos casos, usó la tarjeta de crédito de una amiga que fue testigo en su boda, Rocío Calderón, quien prestó servicios como asesora de la bancada parlamentaria del partido gobernante, fue miembro del consejo directivo del Organismo Supervisor de las Compras Estatales, y, actualmente, es asesora legal de la secretaría de Palacio de Gobierno.
La Fiscalía Especializada contra el Lavado de Activos, con información de la Unidad de Inteligencia Financiera, halló que Calderón y la madre de la Primera Dama recibieron, desde 2005, en sus cuentas bancarias un total de 87.451 dólares (algo más de 79.000 euros) de la empresa venezolana Inversiones Kaymasak SAC. Las autoridades han documentado transferencias desde esas cuentas a las de Heredia, esta nueva información se suma a la ya conocida de otras empresas venezolanas que pagaron a la esposa de Humala por servicios que no ha podido documentar.
Por otro lado, desde 2011, la Primera Dama colabora en las funciones de Gobierno, es decir, no desarrolla actividad profesional privada y toma decisiones por las cuales no rinde cuentas pues no es funcionaria pública. Con la revelación del domingo siguen creciendo las críticas a la procedencia del dinero de su cuenta bancaria.