La decisión adoptada por Joseph Blatter sacudió ayer al mundo del fútbol, tras su renuncia inesperada a la presidencia de la FIFA, cuatro días después de ser reelecto para un nuevo período y en medio de un escándalo de corrupción que ha sumido a la organización en la mayor crisis de su historia.
Blatter, de 79 años, anunció su determinación en una conferencia de prensa en Zúrich, seis días después de que el FBI realizó una redada en un hotel en la ciudad suiza y arrestó a varios funcionarios de la entidad.
“Pese a que tengo un mandato de los miembros de la FIFA, no siento que tenga un mandato de todo el mundo del fútbol: los hinchas, los jugadores, los clubes, la gente que vive, respira y ama el fútbol de la misma manera en que todos amamos la FIFA”, dijo Joseph Blatter en una rueda de prensa convocada con poca antelación.
El todavía presidente de la FIFA aseguró que seguirá en el cargo hasta que se celebre nuevo congreso, que todavía no tiene fecha, y en el que se decidirá el nombre del nuevo mandatario de la institución internacional.