Evo forever and ever

Mi reportera cochabambina no habla inglés, pero no es ninguna tonta, vino alborozada hacia mí y apechugándome me dijo: “¡Albricias y pelillos a la mar!, porque nuestro Evo continuará siendo Presidente forever and ever y hasta que las velas no ardan”, manifestación efusiva que me sumergió en la perplejidad.

Cuando me repuse, le pregunté quién le había confirmado noticia tan importante, respondiendo mi subordinada: “Lo ha dicho él mismo, aunque atribuyó tal versión al pedido que le hicieron algunos ciudadanos patriotas”.

Entonces la cholita se burló de mi perplejidad manifestándome que tal asunto se viene cocinando hace tiempo, desde que el inquilino de la Casa de Gobierno tomó posesión de aquella “per sécula seculorum, amén”, lo cual nos demuestra que mi comadritay cochabambina también parla latín, aunque éste pareciera algo macarrónico.

Pregunté a mi periodista polleruda dónde se encontraba actualmente el presidente Evo, anoticiándome de que nuestro mandatario se hallaba en Bélgica, noticia que me sorprendió, y que estaba allí para conversar con algunos de nuestros abogados y representantes que conocen de nuestra demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, noticia que me llamó la atención.

La cholita que es más maliciosa que yo (por ser cholita) me dijo: “aunque también podría estar Evo actualmente en Bélgica tratando de conocer los secretos de la supervivencia de la Realeza en Bélgica y Holanda, lo cual podría llevarnos a pensar en que Evo podría llegar a convertirse en monarca de Bolivia con el título de Inca, sucesor de Atahuallpa”.

Al pensar en esa posibilidad, mi pariente espiritual lanzó una carcajada, aunque luego se puso a pensar y me dijo: “Ese vuelo imaginativo no es tan descabellado porque hace unos días el presidente vitalicio Evo le ordenó al embajador de Bolivia en Naciones Unidas que propusiera al organismo internacional la adopción del “Ama llulla, ama kella y ama sua” (como una trilogía moral) para que sea instaurado por todos los pueblos del mundo, lo cual nos induciría a pensar en que el presidente boliviano Evo pretende ser un conductor moral de los pueblos indígenas de América. La cholita se quedó pensativa y hasta encendió un cigarrillo, poniéndose a fumar para que yo creyese en que podría estar pensando.

Evo forever and ever, ¿será verdad que la mayoría de los bolivianos lo quiere así? En la soledad de mis días, sólo podré preguntarle a mi noble y generosa pariente espiritual.