Vicuñas y vascongados

En la opulenta ciudad de Potosí, en el año 1590, cualquier habitante potosino era hombre adinerado, donde existía mucho dinero, debido a la explotación del Cerro Rico. En algunos lugares, el mineral se encontraba a flor de tierra. Entonces empezaron a aparecer dos bandos, que algunas veces se enfrentaban. ¿Cuál era el motivo de tal enfrentamiento, que fue creciendo día a día, mes a mes?

Conocida era la labor de los españoles vascos, muy trabajadores, tanto en las minas como en los diversos trabajos que trae consigo una villa en constante crecimiento. Ellos llegaron a acumular bastante dinero, sin embargo, destacaban por su afianzado cariño al paisano, a aquél que llegaba de su terruño en pos de fortuna.

En Potosí no podía existir un Vascongado pobre o menesteroso, pues inmediatamente era auxiliado, ayudado por otro vascongado, que le daba cobijo, y lo iniciaba en un trabajo.

Pero no solamente se trataba de colaborar o ayudar por cuestiones monetarias, sino que esto alcanzó para ejercer cargos públicos, de bastante dominio en Potosí.

Todos los altos cargos oficiales en Potosí estaban en manos de los vascongados, aumentando con esto, naturalmente, la influencia de éstos en todas las actividades potosinas, y en las directrices de toda la provincia.

Habría que añadir que los vascongados eran gente de mucho trabajo y sacrificio, habiendo obtenido todas estas posiciones por fuerza de su tenacidad.

Por todas estas posiciones, los vascongados llegaron a ejerzan un poder muy alto en Potosí, tanto en la actividad minera, con mediante los cargos oficiales. Esto les daba una serie de prebendas, solamente otorgadas a vascongados, que normalmente se identificaban por su idioma propio.

No se podía, además, decir que el resto de la población no era adinerada, y con alguna influencia, sino que poco a poco el dominio vascongado iba creciendo.

Frente a todo esto se reunieron, en primer lugar, los criollos adinerados, más los oriundos de otras provincias de España, más los portugueses, los andaluces, gallegos, extremeños, castellanos y otros, que sumaban mayor número que los vascongados.

Todos ellos, reunidos, conformaron un fuerte bloque, al que llamaron los Vicuñas, cuya característica era un sombrero alón de piel de vicuña

Se iniciaron los escritos al Virrey de Lima con las quejas correspondientes, aguardando respuestas que no llegaban. Pero las prebendas y abusos vascongados subsistían, con mayor ahínco y odio.

Frente a esta situación, los Vicuñas salían a las calles de Potosí, esperando no ver un vascongado, produciéndose los duelos a espada, y el ataque frontal, desenvainando sus armas. Eran muy frecuentes en Potosí en esos tiempos, las luchas de espadachines famosos.

El virrey de Lima llegó a tener informes preocupantes, uno de ellos decía: “La persecución a los vascongados ha vuelto a ser sangrienta, los corren a cuchilladas donde quiera que los encuentran, los atraviesan con sus espadas, los más están ocultos en la Casa real, o en los conventos”.

Se decía que habían asesinado a un Castellano, por error, sólo porque que olía a vasco.

Los vicuñas sacaron un comunicado, en el que prohibían a sus niñas, y mujeres a contraer matrimonio con cualquier vascongado, amenazando de muerte a todo mesero, sirviente, mayordomo que trabaje con cualquier vascongado.

Los vascongados contestaron con un pregón que decía: “Sabed, señores, que los vicuñas han mandado que ninguna mujer nos acuda en cosa alguna so pena de vida, de aquí en adelante sus mismas mujeres nos servirán en la mesa y en la cama”.

Un Corregidor vascongado, a fin de llegar a una paz perpetua, apresó a varios vicuñas jefes, haciéndolos colgar en la plaza de Potosí. Los vicuñas atacaron la casa del Corregidor, hiriéndole de muerte a él y a su familia.

Finalmente, el Virrey concedió perdón general, para todos los culpables de muertes, duelos, pendencias y otros delitos, a fin de obtener cierta paz.

Sociedad Bolivariana de Bolivia. Fundada en 1936.