Jubilados y discriminación

Los bolivianos, obreros, campesinos, clase media, profesionales, etc., activos y pasivos que conforman la Patria digna y generosa, tienen por naturaleza los mismos derechos para vivir con dignidad y esperanza hacia un futuro mejor para la familia y la nación, donde no existan mezquinas diferencias ni odiosas discriminaciones que empañen la vida del conglomerado social.

Dicho de otra manera, los bolivianos no quieren una Patria prisionera de la incertidumbre, de la inseguridad ciudadana, de la imposición ni de la soberbia que inciten a la desunión y confrontación colectiva; quieren gobernantes dotados de sabiduría, valores, capaces de entender y atender los reclamos de la sociedad y encontrar soluciones con generosidad, ante todo ecuanimidad, ya la Patria es de todos y de nadie en particular.

BONANZA ECONÓMICA

La bonanza económica del país emerge principalmente de la exportación de hidrocarburos y minerales y de la cotización internacional con precios altos, hecho que dio lugar a que la renta petrolera alcance niveles superiores, de más de 16 mil millones de dólares, convirtiendo a la empresa estatal petrolera en pilar fundamental de la economía nacional.

Este logro económico ha sido posible porque el 80% de la producción de hidrocarburos proviene de los gigantescos pozos y campos petroleros antiguos, descubiertos hace muchos años y son los que tienen la mayor cantidad de reservas de gas y petróleo.

Gracias a esos campos petroleros antiguos y a destacados profesionales, técnicos, jefes de pozo y centenares de trabajadores que contribuyeron silenciosamente a la actual bonanza económica del país, hoy los bolivianos disfrutan de sus bondades.

VÍA CRUCIS DEL JUBILADO

Es permanente el reclamo de los jubilados por incrementar sus pensiones, porque sus ingresos no responden al costo de la canasta familiar, cada vez en ascenso y reclaman amparados en la ley, la Constitución Política del Estado y en los aportes que hicieron durante muchos años a la Caja Nacional de Seguro Social. Además reclaman porque desean vivir como seres humanos con dignidad y no implorando al mandamás de turno unos centavos más para cubrir sus apremiantes necesidades.

Hasta hoy los jubilados fueron engañados por las autoridades del entorno “social comunitario”, por los politiqueros de la Central Obrera Boliviana y por los dirigentes de la Confederación Nacional de jubilados, sin comprender que aquellos ciudadanos en sus mejores tiempos de vida útil contribuyeron silenciosamente al engrandecimiento y desarrollo productivo del país.

OBTUSA DISCRIMINACIÓN

En forma desaprensiva, el genio de las finanzas manifestó a través de la prensa nacional que no es posible dar a los jubilados de Bolivia un bono ni doble aguinaldo porque el Estado no tiene la capacidad económica para atender ese pedido, aduciendo que este beneficio corresponde solamente al sector productivo, ¿qué tal la desfachatez?

Ese despropósito humillante causó indignación y repudio de la ciudadanía, por constituir una afrenta a la dignidad y honorabilidad de los jubilados de Bolivia.

POSICIÓN AMBIVALENTE

Lamentablemente, la actitud ambivalente del mandamás de las finanzas es reprochable, porque por una parte rechaza acremente el pedido de los jubilados y, por otra, da rienda suelta al derroche de millones de bolivianos, sin control fiscal ni rendición de cuentas.

En este juego bochornoso el Ministerio de Economía y Finanzas, la Contraloría General y el Órgano Legislativo brillaron por su ausencia desde el año 2006 a la fecha, al no fiscalizar ni exigir rendición de cuentas a los bribones responsables del manejo de los dineros del pueblo boliviano, por ejemplo, del programa “Bolivia cambia Evo Cumple” y del “Fondo Indígena”, dineros que actualmente se hallan flotando en la nebulosa, sin rendición de cuentas y la pregunta surge: ¿Recuperar recursos es un deber?

Al concluir, es necesario que las autoridades reflexionen acerca del manejo económico y financiero del país y a los timadores ¡llevarlos a la cárcel! Honor y gloria a los jubilados de Bolivia.