Organización Mundial de la Salud
Hombre que viajó a Oriente Medio fue el portador del virus hasta Corea del Sur.
La delegación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) desplazada hasta Seúl ha echado un jarro de agua fría al optimismo de las autoridades surcoreanas, que confiaban en poder controlar los contagios del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) en los próximos días. La OMS espera que el número de casos siga aumentando y ha asegurado que el brote es “complejo”, por lo que se necesitarán semanas para erradicarlo y mantener las medidas de control existentes, publicó EL PAÍS.
La buena noticia, según la OMS, es que no hay indicios de que el virus haya mutado hacia una forma que haga más fácil su transmisión y que los contagios siguen ocurriendo dentro de los hospitales. “Por el momento no hemos encontrado ninguna evidencia que indique una transmisión en curso entre la comunidad”, aseguró Keiji Fukuda, director general adjunto de la organización, que descartó la posibilidad de una pandemia, informó Reuters.
Si bien el viernes parecía que la expansión del virus iba a menos (solamente se detectaron cuatro casos más), ayer se confirmaron 12 contagios adicionales y tres pacientes fallecieron. Los 14 muertos desde la irrupción de la enfermedad el pasado 20 de mayo son personas mayores que padecían de otra dolencia crónica en el momento del contagio. Uno de los nuevos casos es un conductor de una ambulancia que la semana pasada transportó a varios enfermos, según informó el Ministerio de Salud surcoreano. El número de total de infectados asciende a 138.
El virus se originó en 2012 y donde se han registrado un millar de contagios desde entonces. “Al contrario que la situación en Arabia Saudí, nos enfrentamos a una propagación más rápida entre humanos cuyo foco está en uno de los hospitales más grandes y prestigiosos del país. Será muy difícil eliminar el virus a corto plazo”, asegura Song Dae-sup, farmacólogo de la Universidad de Corea que trabaja codo con codo con los equipos de la OMS. Se refiere al Centro Médico Samsung de Seúl, donde se han registrado casi la mitad de los casos.
Según Song, las tareas se centran en la pronta detección de la enfermedad entre las más de 3.600 personas que siguen bajo observación y su rápido aislamiento en caso de que muestren síntomas como tos, fiebre o dificultades respiratorias. El equipo de la OMS, que ha visitado gran parte de los hospitales y centros médicos que lidian con el virus, criticó la respuesta del Gobierno surcoreano durante los primeros momentos de la crisis: “Las medidas de prevención y control de la infección no fueron las óptimas en algunos hospitales, donde las salas de emergencia estaban abarrotadas y muchos pacientes compartieron una sola habitación. Esto creó un ambiente propicio para la propagación del virus”, dijo Fukuda. Ante la situación, emplazó a las autoridades a mantener la vigilancia “hasta que el brote haya terminado de forma clara”.
La aparición del virus ha provocado la alarma social en Seúl y la provincia de su alrededor, donde se ordenó el cierre de los centros educativos y se ha notado una fuerte caída de la actividad en restaurantes, centros comerciales o cines. “El virus no se ha propagado fuera de los centros médicos, así que creo que la gente no debería asustarse tanto. El cierre de escuelas me parece una medida desproporcionada. Ahora que los controles del Gobierno son más estrictos, esperamos que los casos de vayan reduciendo paulatinamente”, defiende Song.
El MERS está causado por un coronavirus de la misma familia que el SARS y, aunque el contagio es más difícil, su tasa de mortalidad se sitúa entre el 30 y el 40%. En el caso del brote en Corea del Sur, sin embargo, el porcentaje baja hasta el 10%. “Teóricamente el contagio se puede producir si alguien se encuentra a menos de 1,8 metros del enfermo. Sin embargo, también se especula que los fluidos corporales o la secreción nasal de los infectados también podrían ser otra causa de la infección”, explica Song.
LEJANO VIRUS
El viaje de un hombre de negocios a Oriente Medio ha puesto en jaque a todo un país. Su contagio de MERS ha causado ya en Corea del Sur 14 muertes, el aislamiento de más de 3.000 personas e importantes pérdidas económicas, publicó Efe.
Tras visitar Baréin y Catar en mayo, este surcoreano de 68 años llevó a Seúl sin saberlo el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS), un virus que ha generado una intensa crisis no solo sanitaria sino también económica y política en este país de 50 millones de habitantes.
De una manera impredecible Corea del Sur, a más de 7.000 kilómetros del foco del virus, se ha convertido en el segundo país más afectado tras Arabia Saudí, donde surgió esta enfermedad que ha afectado a otras 18 naciones.
Cuando el 20 de mayo se diagnosticó el MERS al primer paciente, éste ya había transmitido la enfermedad a algunos familiares cercanos y compañeros de habitación en el hospital.
A día de hoy son ya 138 los casos de contagio en 55 centros sanitarios.
La alarma generada por el MERS se notó primero en las calles, con un número creciente de personas caminando con mascarillas a medida que se vaciaban los espacios públicos como hospitales, estadios o cines y se suspendían conciertos y otros eventos de masas por miedo a contagios.
Además, decenas de miles de turistas chinos, japoneses, taiwaneses y de otras nacionalidades cancelaron sus viajes a Corea del Sur.
Esto ha generado un fuerte impacto económico que el Gobierno trata de compensar con un fondo de 400.000 millones de wones (360 millones de dólares/319 millones de euros) para asistencia a las industrias y las regiones más afectadas por la reducción del consumo, el turismo y otras actividades.
Sin embargo, la medida más notoria ha sido el recorte de tipos de interés decretado el jueves por el Banco de Corea (BOK), que rebajó la tasa de referencia un cuarto de punto hasta su mínimo histórico del 1,5%.
Los expertos más optimistas consideran el recorte de tipos como un efecto positivo del brote de coronavirus en la cuarta economía de Asia.
“El MERS ha generado efectos negativos en el sector privado pero se compensan con el efecto positivo de la bajada de tipos, ya que en último término va a contribuir al crecimiento económico”, declaró a Efe el profesor Choi Nak-yoon, investigador del Instituto de Política Económica de Corea (KIEP).
El analista sostiene que el MERS ha dado luz verde a esta medida necesaria para combatir la tendencia al estancamiento de la cuarta economía de Asia, pero que se hubiera considerado injustificada si no fuera por el virus.
En el ámbito político la tormenta ha golpeado de lleno al Gobierno, criticado por su ineficacia a la hora de contener el brote y por ocultar durante dos semanas la lista de los hospitales afectados, lo que contribuyó a propagar la desconfianza y el miedo entre la población.
“El Gobierno dice que el brote está controlado y se limita a hospitales pero yo no me fío, así que sigo poniéndome mascarilla cuando salgo a la calle y ya no voy a centros comerciales a comprar”, comentó a Efe la oficinista de 28 años Park Su-jin en Seúl, en unas declaraciones que ilustran el sentimiento de parte de la sociedad.
De hecho, la popularidad de la presidenta del país, Park Geun-hye, ha caído de 40 a 33 puntos porcentuales en solo tres semanas, según la consultora Gallup, lo que muestra la desaprobación generalizada de la gestión del Gobierno.
Destacó el caso de un médico de Seúl infectado con el MERS que tuvo contacto con más de mil personas aún después de haber mostrado síntomas del virus debido a que las autoridades sanitarias no le pusieron en cuarentena a tiempo.
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