La exsecretaria de Estado y precandidata demócrata a la Casa Blanca Hillary Clinton, de 67 años, inició ayer en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, su campaña rumbo a la presidencia de ese país destacando que sería la primera mujer que lograría dirigir la primera potencia mundial.
El escenario del lanzamiento de su campaña fue la isla Roosevelt, con los rascacielos de Manhattan como decorado de fondo. Miles de simpatizantes llegaron en pantalones cortos camisetas y gorros, a pesar del cielo cubierto.
“Soy candidata para que la economía esté al servicio de ustedes y de todos los estadounidenses (…) La prosperidad no puede ser solamente para los dirigentes de empresas y los jefes de fondos de inversión. La democracia no puede estar solo al servicio de los multimillonarios”, dijo la demócrata tras multiplicar las críticas a Wall Street.
Reiteró su compromiso con la defensa de los derechos de los homosexuales, la regularización masiva de los inmigrantes indocumentados y la realización de una reforma del sistema de financiamiento de los partidos.
Lo esencial de su discurso lo dedicó a mujeres y niños, al denunciar la brecha en las remuneraciones entre hombres y mujeres y defender la generalización de la enseñanza preescolar.