Cuando el MAS se haya ido

Siempre es bueno tomar previsiones. Cuando el MAS se haya ido del gobierno, las cosas no van a ser fáciles.

Estas son las enseñanzas de los últimos días, producto de la derrota del MAS en las elecciones del 29 de marzo.

Cuando el MAS se haya ido, se va a necesitar cerrajeros.

En Tarija, el gobernador Adrián Oliva designó al nuevo gerente de la empresa eléctrica Setar, pero la puerta de la oficina estaba cerrada con llave y candado. El masista había huido para no encarar a su sucesor. Se dio a la fuga llevándose todos los documentos.

El cerrajero tuvo que usar soplete para entrar en la oficina, donde, sin embargo, no se encontró ni siquiera la computadora. Se habían llevado hasta los lápices, aunque no se sabe para qué los querían.

El anterior gobernador de Tarija, el masista Lino Condori, que había logrado sólo 4% de los votos pero se benefició del derrocamiento de Mario Cossío, dejó muchas bombas de tiempo antes de retirarse.

Debe rendir cuentas de Bs 18.000 millones manejados de manera alegre. Lo que significa que se va a necesitar contadores y muchos, pero muchos auditores.

Cuando el MAS se vaya, se va a necesitar adivinos. Los adivinos que leen el presente y el futuro en hojas de coca no deben ser descartados. Pero que lean hoja de coca de Yungas, porque las del Chapare son muy pesadas. Son hojas cargadas.

Cuando el MAS se haya ido se necesitará gente valiente, como los alteños que defendieron a Soledad Chapetón.

Las “organizaciones sociales” masistas que hablan ahora de todo lo que hablan, según se descubrió en El Alto de La Paz, no representan ni siquiera a su sombra.

La resistencia que la Fejuve de El Alto dispuso contra la alcaldesa no fue cumplida ni siquiera por las mujeres de los dirigentes.

Cuando el MAS se haya ido se va a necesitar espiritistas. El nuevo alcalde de Cochabamba quiso saber qué había hecho su antecesor masista, pero no lo pudo encontrar por ningún lado. El traspaso de gestión, como se llama, deberá hacerse con el método de la “huija”.

En fin, que cuando el MAS se haya ido será necesaria mano de obra, aunque de diferentes especialidades de las requeridas ahora.

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