Bolivia, paraíso del zapato extranjero

La práctica ilimitada del libre comercio por parte del Estado Plurinacional con todos los países del planeta (excepto Estados unidos) ha determinado que Bolivia se ha convertido en el paraíso de los centros industriales exportadores de todo el mundo, en especial de naciones vecinas. Este fenómeno se agravó en tiempos recientes por la devaluación de la moneda en varias repúblicas, lo cual hace que su producción busque mercados donde se mantiene invariable la política monetaria.

Desde mediados del año pasado la internación de productos extranjeros a Bolivia, tanto por parte del Estado como de los particulares, pero especialmente por la vía ilegal del contrabando, ha crecido de manera inusitada y todos los mercados están llenos de toda clase de artículos textiles, alimentos, medicinas, calzados, juguetes, máquinas y todo tipo de chucherías. Los precios de esos productos son baratos y hacen la competencia desleal a la producción nacional que ha ido perdiendo consumidores porque sus precios son más altos y su calidad igualmente.

Uno de los casos más notables de esta negativa situación es el referido a los calzados que, según el instituto Nacional de Estadística (INE), en los últimos cinco años subió a más del doble y en forma exacta en 122 por ciento. Es más, el dato oficial destaca que sólo el año pasado, las compras del país de dicho artículo llegaron a los 112 millones de dólares.

Otros datos estadísticos del Instituto Boliviano de Comercio (IBCE) sostienen que en el año 2010 el país importó en zapatos 50.32 millones de dólares, operación comercial que para el año 2014 subió a los 111.89 millones de dólares, hecho que origina que la población ya no compre calzado nacional y sólo adquiera el producto importado que tiene precios más baratos y algunas características aparentes de mejor calidad. Ante esa situación los comerciantes de productos nativos denuncian que sus ventas de zapato nacional han caído hasta el 50 por ciento o más y al mismo tiempo, pequeñas zapaterías artesanales han tenido que cerrar, dejando en la calle a decenas de operarios y aprendices.

Según los comerciantes, los principales países que abastecen a Bolivia de zapatos son China y Brasil, el primero de ellos con ventas de más del 60 por ciento y Brasil con casi 20 por ciento. Finalmente, se señala que este negocio que atenta contra la economía nacional tiene tendencia a agravarse porque los países vecinos acentúan sus devaluaciones monetarias, mientras Bolivia mantiene invariable el valor de su moneda.