Paso positivo: reinicio de relaciones EEUU-Cuba

Luego de 54 años de ruptura diplomática, Estados unidos y Cuba reiniciaron relaciones con la apertura de embajadas en Washington y La Habana. Designados los respectivos embajadores, se iniciará un período de comprensión y amistad con el gobierno del señor Raúl Castro, hermano del que fue dictador cubano, Fidel Castro, que sometió a la población cubana, luego del triunfo de la revolución que él encabezó y que significó la muerte de miles de ciudadanos cubanos opositores al castrismo, mediante el sistema del “paredón”, método inventado por Castro para fusilar a todo opositor a su gobierno.

Implantado el comunismo, con un socialismo de extrema izquierda bajo el denominativo de “castrismo”, Cuba amplió sus relaciones con la Unión Soviética, que donó al gobierno de Castro 4 mil millones de dólares anuales con miras a que “subsista la revolución castrista y, además, se expanda por otros países”. Castro, convencido de que debía “conquistar por la fuerza” a otras naciones, inició su acción invadiendo Angola y luego pasó a otros países hasta el extremo de mantener en África alrededor de 50 mil cubanos “encargados de llevar a cabo los cambios hacia el castrismo o comunismo”. La crisis de los misiles empezó con la instalación de cohetes atómicos en la isla, en franco desafío a Estados Unidos por parte de Castro y la URSS. La crisis culminó en octubre de 1962 con la orden de Nikita Kruschev de retirar los misiles.

La llamada “guerra fría” determinó la mayor solidez del régimen castrista que, desde el triunfo de la revolución, asesinó a miles de disidentes y mantuvo, por años, miles de presos en cárceles construidas especialmente para “alojar a los opositores”. Cuba implantó la economía comunista o socialista; las críticas a Estados Unidos fueron continuas, asegurando que había “bloqueado” a Cuba, cuando, en realidad, lo que hizo el gobierno norteamericano fue embargar toda actividad comercial con la isla de Castro; esta medida provocó serios problemas al castrismo; pero, en todo caso, no hubo bloqueos que hubiesen significado “rodear a la isla por mar e impedir que reciba ayuda o socorro de otros países” y ello no ocurrió porque Cuba recibió todo tipo de ayudas de la comunidad internacional en consideración al pueblo y no al régimen.

Hoy, restablecidas las relaciones, la comunidad internacional esperaría que el presidente Raúl Castro cumpla plenamente el compromiso de liberar a los miles de cubanos que aún permanecen en las cárceles y, además, restablezca las libertades para el pueblo cubano. Por su parte, el dictador Fidel Castro se mantiene en el ostracismo, seguramente recordando que en su momento pidió al militar ruso Francisco Ciutat, encargado de reorganizar las fuerzas armadas cubanas, que “destruya a EEUU con bombas nucleares”, hecho que no se consumó por el retiro de los artefactos nucleares por parte de la Unión Soviética. De todos modos, el restablecimiento de relaciones Estados Unidos-Cuba es positivo y es de esperar que conflicto como el que se vivió no se repita en la historia de la humanidad y que, en determinado momento, significó grave peligro para la misma paz mundial.