La iracundia prevalece en Bolivia

El estado de iracundia prevalece en el ánimo de los bolivianos, de conformidad con una encuesta mundial realizada en 2014 por la acreditada encuestadora internacional “Gallup”. Esta puede ser la razón, por tanto, de la impresionante frecuencia con que mueren las mujeres a manos de hombres convertidos en fieras humanas.

Corresponde anotar que el uso del adjetivo feminicidio, para referirse al extremo que llega la violencia contra las mujeres, se ha tornado en un simple eufemismo, por lo que en el fondo de lo que se trata es de un asesinato.

La encuesta difundida por Gallup concluye que Bolivia, El Salvador y Ecuador son “Los 3 países latinoamericanos que dominan el ranking de países más “emocionales”.

En la apariencia, puede suponerse que ocupan esa posición de “privilegio” porque sus emociones son gratas, pero no es así. La aclaración de Gallup la hace en estos términos: “De hecho, Bolivia se destaca del resto de Latinoamérica como el país con el mayor porcentaje de encuestados que reconocieron que pasan por momentos de ira, la mayor parte de su día”.

Esta es la primera vez, hasta donde alcanza el recuerdo, que se pone de manifiesto que los bolivianos admiten que son iracundos, o sea que tienen mal carácter, y que éste es su estado de ánimo dominante durante el día.

Hace poco, unos psiquiatras que fueron entrevistados por un medio de comunicación local, dieron la explicación científica de por qué en Bolivia se produce tanto asesinato de mujeres, entre otras manifestaciones de poca o ninguna sociabilidad.

Expusieron que en el cerebro se tiene una especie de anomalía, debido a que, al menos en el país, brota a muchos varones un virus entre las células nerviosas. O sea que no sería un mal congénito, por lo menos hasta que se profundice esta investigación.

La Ley 348 identifica 16 tipos de violencia contra la mujer, que va más allá del maltrato, cuyo reglamento fue aprobado mediante Decreto Supremo 2.145. A pesar de estas medidas, su aplicación aún tropieza con una serie de problemas.

En una declaración formulada a un medio de comunicación por Nathasa Loayza, representante de la Organización de Naciones Unidas-Mujeres, citó entre otros, la falta de presupuesto, la concepción y percepción de los operadores de los distintos servicios y la ausencia de personal capacitado en la materia.

El Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (Cidem) registró en 2014 por lo menos 114 asesinatos de mujeres y de enero a junio de este año logró “rastrear” que se produjeron siquiera 47 asesinatos.

Empero, aparte de los asesinatos, los iracundos no siempre llegan al asesinato, incurren también en proporciones mayores en agresiones físicas, verbales, psicológicas y sexuales.

A la gravedad de estos hechos, se suma la inoperancia judicial para aplicar las penalidades que merece cada caso. De acuerdo con los datos de Cidem, el 99% de las denuncias de estos hechos no tienen sentencia judicial.

En cuanto a la encuesta de Gallup, refirió que ésta se efectuó el año pasado a través de entrevistas vía telefónica y de manera personal en 148 países. Su objetivo ha sido determinar la cantidad de emociones positivas y negativas que sienten las personas en su jornada cotidiana. Específicamente, conocer el número de momentos de ira que tienen las personas o se rieron o sonrieron en el día anterior a la investigación, como muestra de su buen estado de ánimo.

En la relación de los países “más emocionales”, siete de los primeros lugares ocuparon países latinoamericanos. Las diez primeras completan Nicaragua, Guatemala, Colombia y Costa Rica. Les siguen Filipinas, Irak y Camboya. Los tres primeros lugares encabezan: Bolivia, 59; El Salvador, 58%; y Ecuador, 58%.

Los países “menos emocionales”, o sea los que tienen una existencia tranquila y grata, son los pobladores de Sudán, 39%; Bielorrusia, 39%; Mongolia, 38%; Georgia, 38%; Azerbaijan, 38%; y Bangladesh, 37%.

En suma, la encuesta de Gallup arrojó que Bolivia, Ecuador y El Salvador son los más “emocionales”, que en los hechos se traducen en tendencia a la violencia e incluso a la ira. Es decir, que no significa que sean los más felices o los más optimistas.