Sistema público de salud debe acomodarse a necesidades de pacientes oncológicos

Las dificultades que atraviesan los pacientes oncológicos latinoamericanos, usuarios de los sistemas públicos de salud, a la hora de acceder a los tratamientos tienen muchos aspectos en común, comentó Ignacio Zervino, director de relaciones institucionales de la Fundación argentina Aciapo (Atención Comunitaria Integral al Paciente Oncológico), en el 1er. Encuentro de Pacientes con Cáncer, desarrollado el 28 de agosto en Cochabamba.

En ese sentido, dijo, se trata de cuestiones del día a día que afectan a los pacientes, pero que encuentran su raíz en temas estructurales y que integran muchos aspectos del sistema. La oncología enfrenta dificultades tales como “tener cada vez mayor peso” en los presupuestos públicos y el desafío de cubrir la mayor cantidad posible de tratamientos.

De todos modos, explicó, la solución no se reduce al dinero o medicamentos de alto costo. “Hay muchísimo por hacer sin la necesidad de invertir mucho dinero, tan sólo cubriendo los tratamientos de los pacientes que hoy lo necesitan, y aplicando e implementando las políticas necesarias para mejorar la detección temprana del mal”.

LA CUESTIÓN ECONÓMICA

En esa línea, agregó Zervino, los presupuestos públicos no se adecúan a las exigencias de los pacientes ni siquiera en la demanda de medicamentos genéricos y menos en el alto costo. "Aparecen barreras que tienen detrás una cuestión económica, peroque como ser son demoras burocráticas y falta de acceso a los centros de tratamiento”.

Parte de la respuesta, estimó, es potenciar la presencia organizada de las asociaciones de pacientes, fundaciones y voluntariado, mediante una articulación efectiva.

La importancia y el peso de este sector es importante, ya que hay un número muy relevante de estas entidades en todos los países latinoamericanos, incluyendo a Bolivia y, justamente, uno de los desafíos actuales, es canalizar estas iniciativas, su conocimientos y experiencias que se encuentran hoy dispersos, en propuestas articuladas que incidan en las políticas públicas de salud.

El trabajo de las instituciones intermedias en general y de las organizaciones sociales en particular debe constituirse en un insumo fundamental para el diseño y la ejecución de políticas públicas. Porque son estas instituciones las que han conseguido construir confianza con los futuros destinatarios de las políticas y permitirán acortar la brecha, tantas veces infinita, entre las necesidades reales de la población y las políticas públicas. ¿Qué hace falta para facilitar este proceso?, se pregunta Zervino.

Desde las organizaciones sociales, en la medida en que se asuma el desafío de aumentar el impacto de su trabajo, sólo basta con asumir que la escala de transformación la tiene el Estado. En este proceso de madurez de una organización, la articulación con el Gobierno Estado es necesaria, tanto para ofrecer la propia experiencia como para que la misma derrame en políticas que actúen a acceder a la escala departamental en todo el territorio nacional.

ARTICULACIÓN DE POSIBILIDADES

Y si por diferencias irreconciliables no existe un espacio dónde acercar ideas, la articulación con otras instituciones intermedias (universidades, empresas) puede generar las condiciones adecuadas para acceder a la agenda pública de salud, por distintos mecanismos, sea el diálogo o la protesta. Pero, en ambos casos, debe ir acompañada de propuestas concretas de mejora.

Desde el Estado se requiere una apertura por parte de los gobiernos, para sentarse a la mesa de discusión con actores locales, que puedan aportar su contacto con las necesidades de la población con la que trabajan y acompañan.

Es necesario que el Estado entienda que si no se alía con instituciones intermedias, el proceso de diseño y ejecución de sus políticas, será en el largo plazo, en detrimento de su propio capital político.

Hay aquí un doble desafío y la posibilidad de llegar a una relación en la que todos ganen, en primer lugar los pacientes, concluyó Zervino.