Los abogados y la crisis judicial

En fecha 6 de septiembre de 2015, un análisis de la crisis del Órgano Judicial, realizado por el Colegio Nacional de Abogados, hace una correcta descripción de todo cuanto pasa en la forma de trabajo de los jueces y magistrados. En la descripción de la misma no se tiene todavía los pasos tendentes a superar su organización, menos los mecanismos de realización conducentes a la real modernización de la justicia.

LA FALTA DE UNA ADECUADA COMPRENSIÓN

En efecto, el Colegio Nacional de Abogados da cuenta de la misión del llamado “Órgano Judicial”, de resguardar y preservar el Estado de Derecho; “la permanente y sistemática violación del derecho de suceso a la justicia o tutela judicial efectiva” (1); elevado índice de retardación de justicia; hacinamiento en las cárceles; falta de transparencia en el sistema judicial; excesiva politización en los procesos de elección y designación de jueces y magistrados.

Advierta, amable lector, que se hace referencia indiscriminada a varios aspectos, resultando el más destacable el elevado índice de retardación de justicia, aspecto en el que cabe la cuestión legítima a saber: ¿por qué la retardación? Porque el juez se ocupa de todo, durante la organización de un proceso. Se ocupa de aspectos diversos con fórmulas manidas para el rechazo, aun de las cuestiones de mera cortesía judicial, como resulta la emisión de una fotocopia legalizada. ¡Qué espanto! Luego y por qué no ocuparse del régimen carcelario. ¿El hacinamiento de las cárceles?, ello depende de una buena administración que tendría que manejar el Ministerio de Justicia. La falta de transparencia del sistema judicial es motivo de un Estatuto de la Magistratura y no de otra intervención grosera del ministerio del ramo; peor aún, ¿por qué no ocuparse de la excesiva politización en la elección de magistrados?, porque ella ha quedado ENERVADA por la realidad social de RECHAZO y porque ello ¡no se hace así, simplemente!

Finalmente, el Consejo de la Magistratura también ha comprendido que no puede cambiar a los jueces y magistrados, como procede la Fiscalía General que suspende y nombra fiscales como si se tratara de una sinfonía inconclusa.

DE LA PROBLEMÁTICA DEL DESARROLLO

El joven profesor de Derecho de la Université de París I Pantehón Sorbonne, Roger Gerad Schwatzemberg, enseña “que por encima del crecimiento económico, también se tiene un proceso de mutación de cambio de un sistema político tradicional en un sistema político moderno” (2).

En aquella visión dinámica de los sistemas en vías de modernización, no es más hacer canchitas de fútbol, inflar globos en la esquina de un parque, pensar en mayor número de personal, tal como acontece con la policía, que tiene 40.000 hombres y sin embargo no se tiene un solo uniformado por las calles ayudando al ciudadano. El estudio de la modernización política completa tiene efectos muy sorprendentes que un buen gobierno puede encarar sucesivamente. De la democracia pura y auténtica se habla mucho, pero es muy difícil concretarla.

De entrada, no vale que los “órganos políticos del Estado” metan la mano en un Poder Judicial Autónomo, así como nadie se ocupa de la Asamblea Nacional o del Ejecutivo. Consecuentemente, sólo los jueces o magistrados pueden hablar de un Sistema Procesal Común o de un Estatuto de la Magistratura que urge adoptar. Tribuna Judicial, que es el Vocero de la Federación Latinoamericana de Magistrados, postula estas soluciones, todo muy lejos de cumbres espurias o descripciones que no tocan la puerta exacta de la cuestión: ¡modernizar la forma de trabajo del servicio nacional de Justicia!

1.- EL DIARIO, Análisis de la crisis del Órgano Judicial. La Paz, 6 de septiembre de 2015. Pág. 1.

2.- Schwartzegberg Roger-Gerad, Sociologie Politique. Editions Montchrestien Paris (vº) France 1971.