Sólo el rey es autónomo

Faltando pocos días para la realización del Referéndum sobre Autonomía en varias regiones del país, entre ellas La Paz, acudí a mi colaboradora periodística, recién convertida en monárquica, para consultarle sobre este novedoso asunto, recibiendo una respuesta tajante: “En Bolivia sólo el rey es autónomo”. Compadecido de mi condición a la que fui sometido junto a millones de compatriotas, me atreví a manifestarle que este domingo me sentía obligado por ley a acudir a las urnas para votar sobre el Estatuto Autonómico de mi región, contestándome la cholita: “Así lo dispuso el rey y Su Majestad seguramente tendrá sus razones para ello…”.

Sin ánimo de polemizar con la cholita, quien, además, es mi pariente espiritual, le pregunté qué me podría suceder si yo me negara a asistir a ese referéndum sabiendo que nuestro monarca Evo es el único ciudadano que goza de total autonomía, contestándome que nuestra ley dispone que todos los ciudadanos estamos obligados a votar, aunque en otros países más avanzados que el nuestro el ciudadano es libre de decidir si vota o no.

A continuación, mi servicial reportera me mostró el texto impreso de una disposición gubernamental llamada “Auto de Buen Gobierno”, suscrita por el Gobernador paceño. El solo título de esa disposición legal me causó una sonrisa, explicándole a la bambina cochabambina que en la época de los virreyes, o sea cuando el Tawantisuyo era una colonia española, las autoridades hispanas solían emitir esta medida llamada “Auto de Buen Gobierno”, de la misma manera que ahora lo hace nuestro Gobernador autóctono e ilustrado, el señor Patzi.

La cholita monárquica sonrió ante tal antigualla, aunque yo me sorprendí al leer que se nos prohíbe a los ciudadanos ingerir bebidas alcohólicas 48 horas antes del famoso referéndum, olvidando la autoridad que los borrachos dicen siempre la verdad, como dice el adagio popular: “sólo los borrachos y los niños dicen la verdad…”.

La cholita cochabambina nacida en Quillacollo sonrió conmigo al enterarse de esa disposición llamada “Auto de Buen Gobierno” y me manifestó en son de broma que ella creyó alguna vez, cuando era jovencita, que el auto de buen gobierno pertenecía siempre a un buen gobernante, concepto que ahora ha cambiado, porque nuestro Presidente Vitalicio, al que buscan algunos convertir en rey, tiene varios autos blindados, helicópteros y un súper-avión que en cualquier momento lo transportará hasta Nueva York, donde está la sede de las Naciones Unidas.