Es muy extraña la actitud de quienes creen que los votos blancos y nulos no son válidos, no deben servir para realizar los cómputos, que nada expresan. Absurdas afirmaciones porque los votos blancos y nulos son expresión y voluntad de los ciudadanos que votan, que asisten a las urnas y depositan su voto consciente y responsablemente.
En elecciones generales, donde hay que elegir autoridades nacionales o departamentales, el ciudadano que vota lo hace por uno u otro candidato y, si alguno no le convence, vota en blanco o anula su voto. En cualquier referéndum, caso de la votación del próximo 20 de septiembre, el ciudadano tiene la opción de votar por el Sí o el No; pero, a la vez, tiene el derecho de anular su voto o votar en blanco y nadie puede coartar esa decisión que es efecto de la voluntad de quien vota, porque no siempre hay la obligación de dar un sí o un no. Existe, por razones constitucionales, el derecho de vetar las diversas posturas del referéndum mediante el voto que sea blanco o nulo; de otro modo, el ciudadano que votó si su opinión no es válida, ¿para qué votó?
Existe también el criterio -negativo y absurdo por todo lado- de que el oficialismo, que tiene su postura en relación con el referéndum, hará que votos blancos y nulos sean para apoyar al sí propugnado por el Gobierno a favor de las autonomías. La verdad es que los estatutos autonómicos tienen el pecado capital de que muy poca gente los conoce y si hay alguno que sepa, de memoria, lo que señala cada artículo, que lo exprese. La verdad es que ni los propios miembros de los Tribunales Electorales y menos las autoridades de gobierno o de gobernaciones o alcaldías saben los contenidos de los estatutos que, por culpa o causa de quien sea, no han sido dados a conocer a la colectividad de cada departamento y menos han sido explicados debidamente. Esto obliga a que cada ciudadano vote a ciegas por el sí o el no y, en su derecho, votar en blanco o anular el voto.
Lo lamentable es que el TSE, consubstanciado con el oficialismo, no sabe qué rumbos tomar, qué decir en relación con los votos blancos y nulos porque tampoco están convencidos sus miembros de los contenidos y menos de las razones que asisten a los ciudadanos que anulen el voto o lo hagan en blanco. El TSE exige que se vote porque los vocales sólo deben hacer honor a registros electorales, donde en muchos casos figuran más inscritos de los permitidos en cada libro y ello es debido a la mala conformación del registro biométrico que está muy lejos de mostrar realidades en relación con los ciudadanos en edad de votar.
Así los hechos, corresponde, pues, que los votos nulos y blancos no sean manipulados y sean tomados en cuenta como voluntad ciudadana; es decir, no se los debe “acomodar” a las conveniencias de quien busque, de todos modos, votos a favor de lo que busca y quiere. Esos votos, blancos y nulos, son parte de la negativa ciudadana a votar por lo que no conoce y no quiere que tenga vigencia alguna.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |