En los últimos años, los asesinatos a las mujeres están causando estupor. Por respeto a las mujeres eximo las estadísticas, pero es inconcebible que a diario se asesine a una mujer, como menciona un matutino de Cochabamba. ¿Qué es eso de “si no eres mía, no serás de nadie”? ¿Cómo es posible que haya nueve denuncias diarias de violencia contra mujeres? Huelga la respuesta. Estos descarnados asesinatos (“murió por una caída”, dice el acusado de atropellar a su ex pareja, cuando el examen forense dice “muerte por múltiples fracturas”) son “contaminados” por el poder económico o político de algunos asesinos. ¿Cómo es posible que haya nueve denuncias diarias de violencia contra mujeres? Veamos.
Lagarde connota al concepto machista (léase, pensamiento violento) como una ideología (España, por ejemplo, es el país donde el machismo se advierte como actitud normal y común) que engloba actitudes, conductas que niegan a la mujer como sujeto, de diferentes formas, dependiendo del ámbito: familiares (padres patriarcales), sexuales (inferioridad y negación del deseo femenino), intelectuales (inferioridad en inteligencia). Como, cuando la senadora Nélida Sifuentes (MAS) ofendió a las mujeres de su partido al eximir en ellas una “inteligencia” (que poco más dice) es propia de Álvaro García Linera. Anatómicas (negar la importancia a la fuerza del parto), culturales (como objeto, portadora del placer visual para la mirada masculina) etc., como el culebrón (machista) del gusto del Presidente, con sus “coplas” carnavaleras, o, su consejo a los conscriptos para embaracen a mujeres para demostrar algo...
En el ámbito de las ideologías machistas, en coincidencia, recuerdo una arenga que “desorientó” a la ciudadanía: “métanle nomás, para ello están los abogados”, esto que parecía un “lapsus” ideológicamente se hizo viral, que, también coincidentemente, relativizó el “principio de autoridad”, de ahí que la inseguridad ciudadana tomó “carta de ciudadanía” ante una justicia podrida (magistrados; jueces, fiscales, policía) que en complemento con la abulia de un Estado indolente, muchos delincuentes hallaron un terreno fértil para cometer fechorías. De hecho, el “métanle nomas” (que no fue inocente) fue ideológico y político. Es decir, creo que el Presidente sabía y conocía de la abulia política de las leyes capitalistas y por ello su “sugerencia”, coincidentemente, viró, entre otros, al incremento de la anomia, donde los asesinatos femeninos alarman.
Y es que el machismo deriva –muchas veces- en feminicidio que se traduce en quitar la vida a “la otra” porque su vida vale menos por el hecho de ser mujer; porque su vida vale sólo en la medida en la que ésta se sujete sumisamente a la voluntad del “macho” (“hombre”). Es tal la desidia de las autoridades, que es recurrente un slogan: “no me mató ese hombre, me mató el Estado insensible”. La incompetencia (de jueces y fiscales) facilonamente busca una figura jurídica más “acomodaticia”, convirtiendo al feminicidio en un “crimen pasional”. Entonces, como no podía ser de otra manera, en esta coyuntura gobernada por “socialistas”, la presión de las mujeres logró en 2013 que se promulgue la Ley 348 que sanciona este delito con 30 años de cárcel sin derecho a indulto. Dada la ideología del “macho asesino” (o feminicida), ¿cuántos procesos por feminicidio han culminado, un 1, 2, 3%? Por ello y más, el machismo que “engendra”, de la forma más alevosa los feminicidios, es una lucha que las mujeres deberán orgánicamente enfrentar, lo demás es cháchara.
El autor es Director del Centro de Investigación, Servicios Educativos y de Comunicación (CISEC).
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |