Libertad, sin independencia económica, no existe

Quiero contarles una historia. Hace muchos años… trabajaba yo como Jefe de Prensa en una radio nacional. El auspiciador principal del noticiero era un Banco.

Un día empezaron a circular rumores acerca de la inminente quiebra de este banco.

Todos los medios de comunicación informaban sobre el tema, menos nosotros, por orden de la dirección de la radio.

Cuando era imposible tapar el sol con un dedo, tuve una conversación acalorada con el director. Le expuse mis razones éticas para informar a la audiencia sobre esta quiebra bancaria.

¿Cuál fue su respuesta? Exigió mi renuncia, y además consiguió que un ejecutivo del banco diera una declaración exclusiva a la radio afirmando que “la población debería estar tranquila, que no había ni remotamente la posibilidad de una quiebra”.

Al día siguiente…el Banco confirmó oficialmente la quiebra. Y el noticiero fue cancelado por falta de auspicio.

La cruda realidad es que los medios de comunicación que propugnan la libertad de prensa no son tan libres como lo afirman, siempre dependen de auspiciadores que, tarde o temprano, influirán en la línea editorial.

Por lo tanto, un medio de comunicación no debería depender exclusivamente de la publicidad o propaganda de un solo auspiciador (sea público o privado). Si lo hace está rifando su futuro.

Si los medios quieren ser realmente libres, deben ser también creativos y económicamente independientes. De lo contrario, su línea editorial no tendrá más línea que la de sus auspiciadores.

(*)Consultor en Comunicación. Director de Xperticia, empresa de asesoramiento y capacitación en Comunicación.

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