Pidamos permiso, para mejorar el fútbol boliviano

Sin mal ejemplo y con vergüenza de fallar deberíamos vestir la camiseta albiverde de la selección nacional de fútbol, con orgullo, dignidad y responsabilidad, asumiendo todos los retos y por menores de amonestación, por un bien mayor que es el país. Tenemos que poner en práctica todos los mecanismos de preparación física, mental y disciplinaria que desarrolla el director técnico y su personal profesional de apoyo, al margen de comentarios fuera de cancha. Y es que el objetivo principal del jugador es meter goles; entregándose por completo en cada encuentro, con valentía, tesón, abriéndose el pecho para mostrar el corazón.

El profesional del fútbol boliviano tiene que saber que al perder por lo que se llama goleada, está arrastrando a todo un país en su derrota; de ahí que la euforia del hincha lo conduce a expresiones de toda índole y no por ser simplista, por el contrario, es tan comprensible porque somos un país futbolero, donde hasta los colores políticos se unen para respirar fútbol. Entendemos el esfuerzo físico que se despliega en el campo deportivo, donde los jugadores están expuestos a la inmediata reacción hormonal, porque eso es el fútbol, de ahí que se desata una gran pasión en las multitudes.

No es correcto en estos momentos dar la espalda al país, y si así fuera estaríamos develando exactamente lo que es el fútbol boliviano: trivial, frágil y delicado, sin condiciones para lo que expresa este deporte, pasando de mediocres a malos. Como el grupo de las cabezas más visibles del fútbol boliviano se ha desintegrado y por muy buena voluntad y conocimiento que tenga el director técnico para formar un nuevo y excelente plantel, el tiempo de entrenamiento es muy corto, y los partidos por las eliminatorias en el campeonato mundial son escarnecedores, en esas condiciones no debemos asistir. Basta de poner al país en ridículo.

Quiero hacer eco de la certera propuesta de un gran conocedor e integrante de clubes del fútbol boliviano en la década de los 70, que dice: Pidamos permiso a la Federación Nacional de Fútbol, por una temporada, de acuerdo con reglamentos, para no asistir a las eliminatorias de la copa mundial Rusia 2018, por nuestro honor, con dignidad y sólo por esa temporada. De manera que se oxigene el fútbol boliviano, que se prepare el nuevo y excelente plantel, bajo la conducción del mismo director técnico, Julio Cesar Baldivieso, porque ha demostrado carácter firme, es aguerrido y luchador, llamando a las cosas por su nombre. Así sabremos si un jugador rinde o no, o tiene que irse a su casa. Sin anestesia es mejor.

La autora de esta nota es periodista de La Voz Yungueña.