En informe titulado “Privilegios que niegan derechos”, publicado por la Organización No Gubernamental (Oxfam), se indica que más/menos 200 millones de personas de Latinoamérica están en serio peligro de volver a estados de pobreza, debido a la grave crisis mundial que se cierne sobre el mundo. Señala que esos 200 millones están en peligro de volver a recibir sólo 4 dólares diarios reduciendo de 10 dólares lo que percibían durante el tiempo de bonanza financiera entre los años 2002 y 2012; debido a que no se tomó las previsiones necesarias para tener servicios públicos de salud y educación que “podrían proteger a esas personas de los choques existentes de la economía”.
Señala el estudio que el riesgo inminente de personas que viven en condiciones de alta vulnerabilidad y de pobreza multidimensional se la mide en variables, que no sea sólo la monetaria puesto que las principales amenazas para esas personas en riesgo de volver a ser pobres son la pérdida del empleo y enfermedades que les obligue a costear atención sanitaria, al no estar cubiertos por un sistema de salud.
El reporte indica que la persistencia de la pobreza en la región “es causada por la desigualdad en el reparto de la riqueza que sigue sin abordarse con voluntad efectiva por parte de los gobiernos”. Se busca, dice el reporte, “que los gobiernos logren equilibrar esta desigualdad mediante la obtención de mayores recursos por parte de los que más tienen para invertir en políticas públicas que garanticen los derechos de todos”.
La crisis económica, pese a los optimismos de autoridades que tienen mucho y que se obnubilan y no ven realidades, tiende a ser muy grave y son, efectivamente, las clases que poseen un empleo, que cuentan con seguridad social, que tienen asegurado el ingreso mensual, la educación necesaria aunque incipiente para sus hijos y, en extremos pueden contar con beneficios colaterales, las que por carencia de empleo, sufrirán más los embates de nuevos períodos de pobreza que podrían llegar a extremos jamás vistos.
Contrariamente a este peligro, están los casos en que, debido a ingresos extraordinarios o participación en la economía informal o participación en sistemas de corrupción, no sufrirán mayormente los impactos de la crisis y, al contrario, percibirán más ingresos debido a las necesidades de los que tengan poco o hayan reducido sustancialmente sus ingresos. Generalmente, son los sectores que se incluyen en la economía informal o la que margina a las leyes para obtener más dinero, los que pueden sobrellevar los embates de la crisis que, además los hace faltos de solidaridad para subsanar problemas coyunturales que, entre todos, podrían subsanarse.
Los problemas de la pobreza vienen acelerados sobre una población latinoamericana que sufre las consecuencias de las incapacidades políticas que debieron adoptar medidas previsoras para evitar que la población sufra consecuencias jamás pensadas.
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