Capitalismo de Estado

El actual Gobierno a través del Estado se ha convertido en el principal actor de la economía boliviana, bajo la base extractivista y exportadora de materias primas, donde es necesario descartar la frase de “la maldición de los recursos naturales”. Más bien existe una maldición de la concentración de las exportaciones en pocos bienes, más allá del modelo social económico comunitario productivo, pues la estructura económica radica aún en la dependencia de la concentración de los recursos naturales en desmedro de la poca diversificación del aparato productivo.

El actual Gobierno entiende que el Estado es el motor de la economía, es planificador, interventor, productor y empresario, y comienza a producir bienes y servicios, ante un aumento permanente de la demanda, como consecuencia del consumismo. Este hecho provoca que el Estado mantenga una rigidez del gasto público. Keynes ha resucitado para el gobierno de Evo Morales, me imagino que nadie le dijo, pero estos rasgos los manifiestan de tal manera que el Presidente en su viaje a Estados Unidos entendió que sin inversión extranjera la economía no puede ser sostenible en el largo plazo, comprometiendo a los inversores un escenario que garantice la estabilidad jurídica empresarial, bajo el lema de “invirtiendo en la nueva Bolivia”, lo cual es plausible para ampliar el mercado y la estructura industrial pequeña.

Es decir, hablando a nivel empresarial, la inversión tiene el potencial de aumentar la productividad, que es sinónimo a la competitividad, como por ejemplo, tener mejores servicios, mejores carreteras rurales, mejores instalaciones eléctricas las 24 horas del día, etc. Ello implica que las empresas mejoren las condiciones de operaciones y sean productivas. En tal sentido, podemos afirmar que la inversión en infraestructura, cambia el estilo de vida de las personas, con mejores condiciones en el hogar, ya que tiene un impacto en fuentes de empleo directo e indirecto, sin embargo, el dilema es ¿en qué tiempo?

A una década de gobierno y con una panorama económico muy favorable y con una tasa de crecimiento promedio del 5%, el Gobierno se ha propuesto mantener esa tasa vía endeudamiento con créditos externos (chinos), en desmedro del aumento de la deuda pública.

Es necesario realizar algunas acciones generales, a través de las expectativas racionales, para la población interna como externa, apuntando siempre a la diversificación de la matriz productiva, para ello es recomendable mantener cautela en el gasto fiscal, sin hipotecar el futuro del país.

Primero. Mejorar las condiciones del ambiente de negocios en un Estado de derecho y respeto a los contratos.

Segundo. Control y autocontrol rigoroso de la corrupción, transparencia a nivel institucional, sobre todo en procesos judiciales.

Tercero. Inversión en infraestructura de calidad, donde genere rentabilidad social sostenible que ayuda a bajar los costos de producción y genere incentivos para producir nuevos bienes.

Cuarto. Inversión en capital humano, ya que un recurso humano debidamente formado puede ser eficiente y productivo a través de sus capacidades, conocimientos, habilidades, destrezas, focalizados al mercado. Por tanto, se debe apostar a la inversión en capital humano.

Quinto. Lo más importante, rentable en el tiempo, es invertir en centros de investigación, centros de ideas, como universidades incubadoras de conocimiento.