Tocamos madera cuando hablamos de algo que no queremos que nos suceda, huimos de gatos negros, cruzamos los dedos, nos asustamos si se rompe un espejo o se derrama la sal, pero sobre todo nos aterra el número 13. Según las estadísticas, este número, primo e impar por más señas, es el que encabeza el top-ten de esas creencias irracionales que llamamos supersticiones y que, pese a todo, acaban influyendo en nosotros. Por qué, siendo sinceros, ¿quién no tiene algunas de esas “manías”?.
Sin ir más lejos, se nos viene el viernes 13, una fecha que al otro lado del Atlántico, despierta gran temor. Nosotros tememos al 13 cuando cae en martes (ni te cases ni te embarques ni de tu casa te apartes).